-Usted ha manifestado que la ciudad no está preparada para el turismo y que, por ello, no resulta rentable para el comercio abrir domingos y festivos.

-No está preparada ni mentalizada.

-¿Qué fallos detecta?

-Lo primero es la señalización de la propia ciudad en carretera. No hay nada que indique qué es A Coruña, algo que no ocurre con otros municipios. No hay publicidad en carretera de zonas monumentales. Tiene que estar claro para los que vienen de fuera dónde estamos y lo que ofrecemos, porque esta ciudad no es de paso, sino de destino. En la ciudad tampoco hay una buena señalización. Otro servicio que no existe es el de algún punto de parada, como puede ser un parking disuasorio en la autovía donde haya una oficina de información para saber dónde comprar y qué visitar, así como líneas de buses que posibiliten que los turistas dejen el coche.

-¿Encuentra el turista pocos servicios en la ciudad?

-El visitante que se hospeda en un hotel, si pregunta por un recorrido turístico para conocer la ciudad porque es muy vago o no sabe leer un plano, únicamente recibe un mapa birrioso que no está ni actualizado para intentar llegar a pie a todas partes. Al turista de calidad le da la risa, porque en otras ciudades hay incluso recorridos nocturnos que también llevan a los visitantes a lugares donde hay espectáculos. Otra carencia está relacionada con las oficinas de información. Hay una de la Xunta en La Marina, otra del Ayuntamiento en María Pita y a 50 metros de la autonómica y otra en la base de la Torre de Hércules. Eso es todo lo que posee esta ciudad para informar a los turistas, por lo que hay que llegar a La Marina para conseguir un plano. Sería también interesante que existiera una aplicación para teléfonos móviles que suministrara información sobre la ciudad.

-¿Debe el Ayuntamiento preocuparse más por potenciar el turismo?

-Nos hemos reunido con el actual Gobierno local hasta en dos ocasiones y, por lo que sabemos, están en ello. Estas ideas que comento se las hemos pasado al Concello y las han recibido con los brazos abiertos porque las ven como muy positivas.

-¿Qué tipo de turistas sería más conveniente atraer?

-El turista ideal para la ciudad es el que se queda dos o tres días. El turista que viene por horas puede comprar un regalo, pero el que pasa aquí varias noches tiene que comer, dormir y hacer otro tipo de gastos. A ese turista de calidad hay que ofrecerle las iglesias y los museos abiertos, porque hay algunos museos que, en verano, cierran toda la tarde. Si todo estuviera más orquestado, habría más comercios que abrieran los domingos y los festivos.

-¿Se han desaprovechado oportunidades como el Año Santo?

-La ciudad no solo ha desaprovechado oportunidades como el Año Santo, porque ha desaprovechado también, por ejemplo, todas las regatas Cutty Sark que vinieron aquí y otras concentraciones de barcos que también podrían haber sido jugosas. Hay fallos en la promoción. Hay turistas que se van sin saber que existen el tranvía y el ascensor de San Pedro.

-¿Y qué opina del sector hostelero?

-Sería interesante que las cartas estuvieran en varios idiomas y que no hubiera grandes diferencias de precios en la misma zona. También hay un problema de imagen con los contenedores que chorrean aceite y huelen mal.