La retirada de las aletas de tiburón, que se llevará a cabo dentro de quince días, será el primer paso para sustituir el carril bus por la vía prioritaria vigilada desde Federico Tapia hasta la calle San Juan. El incremento de las plazas de estacionamiento, la fluidez del tráfico y el control de la doble fila y de los aparcamientos indebidos son, junto a la garantía en las frecuencias de las líneas de autobús, las "ventajas" con las que el Gobierno municipal justifica la puesta en marcha del "nuevo concepto de gestión de tráfico" que supone la bautizada como Red Urbana Eficiente. Con ella cumple su compromiso electoral con comerciantes y vecinos de estas calles de retirar el carril bus y restaurar plazas de aparcamiento.

La supresión del carril bus dará lugar a un total de 244 nuevas plazas de aparcamiento a lo largo de las calles Federico Tapia, Rosalía de Castro, Francisco Mariño, plaza de Pontevedra, San Andrés y San Juan. Serán, en concreto, 115 plazas de zona azul (ORA), 18 de libre estacionamiento, 20 de residentes, 24 para motocicletas, una para personas con discapacidad, 15 de carga y descarga y 51 de parking exprés, el nuevo sistema que permite estacionar durante un máximo de veinte minutos. Si se tiene en cuenta que, en la actualidad, este tramo cuenta con un total de 143 plazas de aparcamiento operativas, la cantidad de las mismas ascenderá a 387.

"La nueva modalidad de aparcamiento, que estará perfectamente indicada mediante señalización horizontal y vertical, estará también controlada (además de por los trabajadores de la ORA) por cámaras de videovigilancia para comprobar si se cumplen los tiempos y facilitar la rotación de vehículos", explicó ayer el edil de Movilidad, Julio Flores, que avanzó también que el importe por estacionar en este tipo de espacios estará regulado por el mismo sistema que la zona azul: un "tique" que, en este caso, será "un poco más caro". Cuarenta céntimos por veinte minutos, tal y como señaló el alcalde, Carlos Negreira.

Además de "controlar" los espacios habilitados para el parking exprés, las 18 cámaras que el Ayuntamiento instalará durante las próximas semanas -con el objetivo de que el nuevo sistema esté operativo "antes del 31 de diciembre", según indicó Flores- a lo largo de la que será la primera vía prioritaria vigilada de la ciudad servirán de apoyo "tecnológico" a la sala de pantallas de la Policía Local, que recibirá el número de matrícula de los vehículos mal estacionados y tramitará las sanciones pertinentes.

El diseño de la vía prioritaria vigilada, que primará el acceso de los buses en los cruces regulados por semáforos mediante un sistema regulado por GPS, varía en función del tramo en cuestión. En las calles Federico Tapia, Rosalía de Castro y Francisco Mariño habrá dos carriles de circulación y aparcamiento en línea a ambos lados de la calzada, a excepción del primer tramo de Federico Tapia, donde no se podrá estacionar, y la plaza de Galicia, donde el Ayuntamiento solo reserva el lado izquierdo para dicha maniobra.

Tanto la calle San Juan como algunos de los primeros tramos del proyecto, el Gobierno local ajusta hasta el límite el ancho de la calzada, al habilitar dos carriles a la circulación y los márgenes de la vía para plazas de aparcamiento.

En la plaza de Pontevedra, se mantendrá el carril bus, sustituyendo las aletas de tiburón por señalización horizontal, y en la calle San Andrés se podrá aparcar en el lado de la calle que ocupa, en la actualidad, el vial reservado al transporte público.