El Concello no desistirá en su intento de celebrar la feria taurina un año más. La concejala de Cultura, Ana Fernández, aseguró ayer que no descarta "abrir nuevas fases" para seleccionar una empresa que organice las corridas de toros en agosto, después de que el concurso público convocado por el Ejecutivo haya quedado desierto.

"Se pueden abrir nuevas fases para tener un procedimiento negociado. No sé que va a pasar pero el tema no está cerrado", manifestó ayer Fernández, que considera que las corridas deben seguir celebrándose porque hay peñas y aficionados que así lo reclaman.

La respuesta negativa por parte de los colectivos antitaurinos no se ha hecho esperar. El portavoz de Galicia Mellor sen Touradas, Rubén Pérez, recalcó que la ausencia de promotores taurinos interesados en organizar la feria en el Coliseum es "la evidencia de que no hay afición a los toros" y advirtió de que, de acabarse celebrando a través de una adjudicación directa, será "el triunfo de la casta y de los pactos oscuros con grupos minoritarios que disfrutan con el sufrimiento de los animales".

El anuncio de la concejala fue recibido con buenos ojos por las peñas defensoras de los festejos. La presidenta de la Peña Taurina de Cuatro Caminos, Fernanda López, ya se temía que el concurso quedase desierto. "El problema fue que se convocó en mayo, cuando el resto de plazas ya lo tienen organizado en febrero o marzo. A estas alturas, es muy difícil que haya empresarios interesados", arguyó la protaurina.

Además de la tardanza a la hora de anunciar el concurso, López achaca la ausencia de interesados a las "exigentes" condiciones económicas que se incluían en el pliego de condiciones. "Los empresarios vienen a hacer dinero, y si no se les ponen facilidades no van a aparecer", aclaró. La presidenta de la peña confía en que se organice "con mejores empresarios que en años anteriores", en referencia a la organizadora de los dos últimos años, Eventauro, y se muestra convencida de que la plaza se llenará "si hay buena ganadería y buenos toreros".

El pliego de condiciones del concurso convocado para este año reducía la feria a dos corridas en lugar de a las tres de las últimas ediciones. Según este documento, la promotora organizadora de los festejos debería abonar al Gobierno municipal un canon de no menos de 2.500 euros, al igual que en 2012. El Concello, con todo, suprimía la exigencia de que el concesionario abonase un canon de seis euros por cada entrada que venda a partir de la 19.000.

Los organizadores contarían con un aforo de 8.414 localidades por corrida, si bien tendrían la obligación de ofrecer un descuento del 15% en el precio de las entradas a los integrantes de las peña de la ciudad.

Desde la oposición, el BNG critica la "insistencia" del Gobierno local por mantener la feria taurina después de que el concurso convocado hubiese quedado desierto. Los nacionalistas entienden que estos festejos son "un espectáculo sangriento y violento" que no tiene "nada que ver con la tradición cultural" de Galicia y que no cuenta con sustento social.

"Por mucho que la concejala diga que hay peñas y aficionados que lo reclaman, los datos son cabezudos y revelan la falta de interés del pueblo coruñés", manifestaron los nacionalistas en un comunicado, que recomiendan a Ana Fernández que deje de prestar "ni un minuto de atención" a este evento y que deje de subvencionarlo "ni directa ni indirectamente".

Las ayudas públicas a la feria fue uno de los temas polémicos en los últimos años. Si bien con la llegada del PP a María Pita el Gobierno municipal dejó de otorgar las ayudas directas de legislaturas anteriores, se seguía costeando del bolsillo de los coruñeses el "acondicionamiento y engalanamiento" del Coliseum como plaza de toros.