La historia paradigmática de la Guerra Civil, dos hermanos enfrentados, está también, aunque con salvedades, en O segredo da Frouxeira, un documental de investigación localizado en Ferrol y en A Coruña, cuyo rodaje finalizó esta semana, y que indaga en la vida de cuatro personas asesinadas por el franquismo.

Eliseo Porto Leis era un militar falangista que quiso preservar la memoria de su hermano republicano, Alejandro, "y gracias a ello hoy podemos contar la historia", dice Xosé Abad, director de la cinta.

El hallazgo fue fortuito. Paulino Gasalla encontró en casa de su suegra una carpeta con recortes de prensa, escritos y poemas: pertenecían al hermano del abuelo de sus esposa, Alejandro Porto Leis quien, como descubrió Gasalla al tirar del hilo, había sido el último alcalde republicano de Serantes (localidad que actualmente pertenece al concello de Ferrol) y a quien "pasearon" el 1 de febrero de 1938 junto a Jesús Miño y Abelino Landeira, dos vecinos que le habían ayudado a mantenerse oculto en sendos zulos que tenían en sus casas, un día antes de matar a Modesto del Río, un hombre que, según explica Abad, "ni siquiera tenía un pensamiento de izquierdas, sólo que era un buen hombre y ayudaba a todo el mundo". Abad asegura que Modesto del Río "tenía un par de barcos y un salón de baile, y pusieron como excusa que había ayudado a Porto Leis para ejecutarlo y así quedarse sus pertenencias, que pasaron a manos de gente destacada, incluso algunos de los que participaron en su ejecución".

"Es una pieza muy emocionante e intensa", dice el director, quien explica que "es no sólo es un documental de investigación política, sino que en él florecen sentimientos humanos, tiene una gran carga dramática porque las familias están desesperadas por saber y por tener apoyos; desgrana conflictos internos de las cuatro familias".

Llamó especialmente la atención del cineasta que los familiares de los fallecidos se acusasen mutuamente en lugar de al verdugo: "Una de las cosas que consiguió la desinformación del franquismo fue crear conflictos internos entre las víctimas", considera Abad. Asimismo, la investigación permitió al equipo de O segredo da Frouxeira comprobar que fueron las propias familias las que silenciaron lo ocurrido por sentirlo como algo vergonzante. "Los mayores no hablaban de lo que había pasado y las generaciones más jóvenes no sabían nada", dice el cineasta.

Aunque el equipo espera poder estrenar el documental en otoño, todavía no hay una fecha fijada porque "falta la posproducción, y eso no es barato", dice Abad. "Aún estamos buscando apoyos; hacer un documental es difícil y, sobre estas cuestiones, doblemente porque el tema no es grato ni en un lado ni en el otro", afirma Abad, quien señala la existencia de "una sensación muy pesada de abandono de las familias por parte de las administraciones públicas para poder despedir a sus familiares muertos". "La memoria histórica está en boga por parte de las familias y las asociaciones, pero no por parte de los poderes fáctico. De hecho, entiendo que la derecha no quiera remover esto porque es un tema que no les gusta, pero no entiendo que la izquierda, o el PSOE, estén tan timoratos", considera Abad.

O segredo da Frouxeira contó con el apoyo de la TVG, la Consellería de Cultura del anterior Gobierno gallego, las fundaciones 10 de Marzo y Fuco Buxán, la Asociación Memoria Histórica Democrática, el concello de Ferrol, CG Pro, Formateo y "posiblemente" logren la participación de la Diputación.

"Hemos descubierto cosas muy importantes para las familias", dice el director, pero no desvela si han encontrado los restos de Porto Leis.