Los Riazor Blues rompieron ayer por la tarde el silencio que "por respeto" habían mantenido desde los trágicos sucesos del domingo pasado en el estadio Vicente Calderón que desembocaron en la muerte de Francisco Javier Romero Taboada, Jimmy, después del enfrentamiento que mantuvieron con miembros radicales del Frente Atlético. Lo hicieron con la lectura de un manifiesto en la plaza de Portugal, cercana a Riazor, a la que acudieron cerca de un millar de personas y en la que manifestaron su intención de mantener su actividad como grupo, lamentaron el fallecimiento de su compañero y reprocharon al consejo de administración su postura durante la última semana.

Congregados dos horas antes del comienzo del partido contra el Málaga, varios hinchas pertenecientes a la agrupación sujetaron una pancarta bajo el lema Jimmy vive y bufandas pertenecientes a grupos afines mientras que otro seguidor leía el texto en el que expusieron su visión de lo que ocurrió en Madrid hace siete días.

Los Riazor Blues se presentaron como víctimas de una "salvaje y criminal emboscada" de los radicales rojiblancos, desmintieron que se produjera una "quedada" previa y negaron que viajaran a Madrid de tal manera que pudieran evitar ser detectados por las fuerzas de seguridad, tal y como han indicado a lo largo de la semana los organismos encargados de la investigación de lo ocurrido a orillas del Río Manzanares. Pero lo que subrayaron por encima de todo es que Romero Taboada fue "asesinado" por los ultras del Frente Atlético y posteriormente "culpabilizado" desde diferentes frentes a pesar de su fallecimiento.

"Resulta lamentable e inhumano que se culpabilice a una persona de clase trabajadora -que no tuvo una vida fácil- en vez de condenar, buscar y atrapar a sus asesinos. En ningún caso, ni Jimmy ni cualquier persona indefensa, como era él, merece ser apaleado con varas de hierro por un grupo neonazi, golpeado en la cabeza hasta morir y después ser arrojado a un río helado desde una terrible altura. Eso se llama asesinato", expusieron los Riazor Blues en su comunicado.

La versión de los aficionados deportivistas rechaza que se citaran con los radicales del Atlético de Madrid y sostiene que el viaje hasta la capital se produjo en circunstancias similares a las de otros desplazamientos para presenciar un partido del equipo. No hubo, de acuerdo a su relato de los hechos, una convocatoria previa que desembocara en la reyerta que se cobró la vida de Jimmy antes del partido en el Vicente Calderón. "Nunca existió ningún tipo de cita previa con miembros del Frente Atlético, ni de ninguna otra banda supuestamente partidaria de ese equipo", defendieron. "Riazor Blues simplemente organizó un viaje idéntico a los anteriores, partiendo del centro de nuestra ciudad, por carreteras principales y no secundarias y sin ninguna intención de evadir controles policiales". Si esos trágicos sucesos finalmente se produjeron fue por la actitud de los radicales del Frente Atlético, según su exposición de los acontecimientos. "Para nada éramos conscientes de lo que allí encontramos, de haberlo sabido hubiéramos suspendido el desplazamiento. Allí fuimos objeto de una salvaje y criminal emboscada, de características evidentemente neonazis, en la que estaban presentes ultraderechas de varios países, buscando repercusión global", señalaron.

A su llegada a Madrid, a donde se desplazaron sin conocimiento de la Policía y mediante entradas que escaparon al control de las autoridades, según han apuntado las instituciones y desmentido posteriormente el club y la Federación de Peñas, los Riazor Blues se encontraron con un grupo numeroso de radicales rojiblancos. "250 miembros del Frente Atlético nos atacaron armados hasta los dientes al poco de bajarnos del autobús con unas intenciones muy claras: matar", denunciaron los seguidores blanquiazules.

Las heridas de algunos de los aficionados deportivistas que viajaron a Madrid y se vieron envueltos en la pelea atestiguan, según el grupo ultra, la violencia con la que supuestamente se emplearon los hinchas rojiblancos. "Queda esta afirmación demostrada en la cantidad de compañeros que fueron heridos por arma blanca y por el propio asesinado", recalcaron en su nota los Riazor Blues.

Fue esta circunstancia la que provocó la reacción de los hinchas deportivistas, que decidieron entonces defenderse de la agresión que ayer denunciaron. "En vez de huir, intentamos defendernos. Gracias a esta decisión, hoy solo lloramos a Jimmy en vez de tener que enterrar a cinco o seis seguidores del Dépor", apuntaron mediante el comunicado.

El texto de los Riazor Blues, sin embargo, no incluyó una condena explícita de la violencia en el fútbol, aunque sí varios reproches. El principal, además de a las instituciones, los medios de comunicación y el propio equipo, fue dirigido hacia el consejo de administración. "Respecto a la directiva tenemos que decir que nos parece vergonzosa y difícil de entender las razones por las que desde el principio sufrimos un acoso total por su parte", indicaron.

La dimisión del presidente, Tino Fernández, se reclamó a través de cánticos tras la lectura del comunicado, que se cerró descartando la disolución del grupo. "Riazor Blues no es una marca maldita. Somos un berro, de onte, hoxe e mañá: ¡Forza Dépor!", aseguraron.

La oposición hacia el consejo de administración fue patente durante la manifestación convocada por los ultras blanquiazules, pero se recrudeció después durante el partido frente al Málaga.

El ambiente confirmó la atmósfera de división que se respira en el deportivismo después de lo que sucedió las últimas semanas. Antes de que comenzase a rodar la pelota en Riazor ya se pudieron escuchar las primeras muestras de rechazo hacia el presidente y su directiva. Solo la música a través de la megafonía, alargada más de lo normal, silenció esos primeros cánticos. El comienzo del encuentro, sin embargo, confirmó con toda su crudeza el momento delicado que atraviesa actualmente el club blanquiazul.

Con la grada de Maratón Inferior cubierta por una lona en la que se leía Real Club Deportivo contra a violencia. Riazor 100% fútbol, los inquilinos de esa zona fueron repartidos por el resto de un estadio que no presentó la imagen de aforo completo que sugería el hecho de que se agotasen las entradas a 1 euro puestas a la venta por el club días antes.

Riazor perdió parte de su esencia, en parte porque faltaron buena parte de las muestras de apoyo que suelen proceder de Maratón y en parte también por el clima de enfrentamiento que se vivió.

Al comienzo del partido los dos fondos pidieron casi al unísono la dimisión de Tino Fernández. El cántico se repitió durante casi toda la primera mitad, ya con desigual aceptación. A medida que se reproducía fueron aflorando los silbidos en su contra de entre quienes reclamaban un apoyo mayor hacia el equipo. También Víctor Fernández recibió su parte, con "Víctor vete ya" hacia el final del partido.

Hubo críticas abiertas hacia la decisión del consejo de clausurar de manera temporal la grada de Maratón Inferior. "Esa lona es una vergüenza", se entonó desde diferentes secciones del estadio. Lo que sí encontró una respuesta unánime fue el rechazo al Frente Atlético. "Frente Atlético, asesinos", se escuchó anoche en el estadio deportivista, que terminó por despedir entre sonoros silbidos al equipo por su derrota frente al Málaga.