El Congreso de los Diputados aprobó ayer de manera definitiva la ley de modernización del sistema de la Seguridad Social, tras incorporar 40 enmiendas negociadas en el Senado, lo que cierra un trámite parlamentario en el que el PSOE solo ha conseguido el apoyo de CiU para impulsar el retraso de la edad de jubilación hasta los 67 años.

La nueva normativa, que entrará en vigor en 2013, fija que para jubilarse a los 67 años habrá que tener una cotización de 37 años, mientras que mantiene que los trabajadores puedan retirarse a los 65 si han cotizado 38 años y seis meses. También eleva de forma progresiva los años para calcular la cuantía de la pensión, que pasan de los 15 actuales a 25.

De esta forma quienes hayan nacido a partir de 1948 se verán afectados por el aumento progresivo de la edad de jubilación, mientras que los nacidos en 1960 ya no podrán retirarse antes de los 67, salvo si tienen 38 años y medio cotizados, que lo podrán hacer a los 65.

La reforma que entra ahora en vigor es la sexta del sistema de pensiones español y la octava de la Seguridad Social. Establece también que para poder acceder a la jubilación anticipada a partir de los 63 años habrá que contar con 33 años cotizados, aunque para situaciones de crisis la edad puede rebajarse hasta los 61, pero se mantienen los años de cotización.

Durante el debate de las enmiendas del Senado, el Gobierno se encontró con la oposición en bloque de la mayoría de los grupos parlamentarios, que criticaron que sea una reforma "injusta" que retrocede en el derecho de los trabajadores y solo pretende calmar a los mercados financieros. El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, negó que la reforma suponga un recorte social a los trabajadores y argumentó que cuando esté plenamente implantada las pensiones serán mucho mayores que las de 2011. Aseguró que la reforma no es más exigente que la acometida por otros países europeos como, señaló, Alemania, Grecia o Dinamarca. Según Gómez en 2050 habrá 18 millones de pensionistas en España y advirtió que "el que cierre los ojos ante esta realidad es que quiere acabar con el sistema de protección social".

La nueva ley incluye a los empleados de hogar en el Régimen General de la Seguridad Social a partir del uno de enero de 2012.