El fantasma de una nueva recesión global y el desplome de la banca hundieron ayer a las bolsas europeas, con unas caídas medias superiores al 5%, las mayores desde finales de 2008. El selectivo español fue uno de los que mejor aguantó el embate, con un retroceso del 4,7%. En lo que va de mes, la Bolsa española suma una caída del 14% y el conjunto del año ha perdido el 20%. La prima de riesgo española -interés extra que exigen los inversores por comprar bonos nacionales a diez años en vez de alemanes- también escaló ayer hasta los 288 puntos básicos, 16 más que el miércoles, y llegó a rozar los 300 puntos.

La Bolsa de Fráncfort cayó ayer el 5,82%; la de París, el 5,48%, la de Milán perdió un 6,15%, y la de Londres cedió un 4,5%. El EuroStoxx 50, que agrupa a las compañías más grandes de la zona euro, se dejó un 5,3% y acumula unas pérdidas anuales del 21%. Las previsiones de los grandes operadores apuntan a que continuarán los recortes. Wall Street perdía a media sesión un 3,58%. Los retrocesos también predominaron en las Bolsas asiáticas.

El banco estadounidense Morgan Stanley rebajó ayer sus previsiones de crecimiento de la economía mundial entre los próximos seis y doce meses, lo que situaría a Estados Unidos y a Europa "peligrosamente al borde de la recesión". Según sus proyecciones, el crecimiento de la economía mundial caerá este año al 3,9%, desde el 4,2% previsto y, en 2012, se situará en el 3,8 % desde el 4,5 %.

El banco justificó estos recortes en sus previsiones de crecimiento no sólo en datos económicos "decepcionantes", sino también en los recientes "errores políticos" en EE.UU. y en Europa, además de un posible nuevo ajuste fiscal en 2012.

Pese a estos recortes en las previsiones económicas, Morgan Stanley subrayaba en su comunicado que un escenario de recesión no es el más probable, ya que el sector empresarial se muestra "saludable" y los ingresos de los hogares se verán apoyados por una inflación más baja. Además, la entidad estadounidense espera recortes de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal de EEUU (Fed) y del Banco Central Europeo (BCE).

Morgan Stanley también rebajó sus pronósticos para China, economía que hasta ahora ha impulsado el crecimiento de otras, como la de Alemania, motor de la europea. La situación es tan delicada, que los vicepresidentes de China y EE.UU., Xi Jinping y Joe Biden, mantuvieron ayer una reunión en Pekín tras la que resaltaron que ante los turbulentos momentos que vive la economía mundial, hay que aparcar las diferencias y fomentar la cooperación. Por si fuera poco, también ayer se supo que Estados Unidos presenta signos de que podría entrar de nuevo en recesión: aumentó la solicitud semanal de subsidios por desempleo, subió la inflación y se contrajeron la actividad industrial de la región de Filadelfia y las ventas de casas de segunda mano. Todos estos datos llevaron al Ibex y al resto de las bolsas a registrar en lo que va de agosto la segunda mayor caída en lo que va de año, ya que al fuerte descenso de ayer (-4,7%) se une al del pasado día 10 (-5,5%), cuando se desplomaron ante el temor de que Francia perdiera la nota de máxima solvencia (AAA) pese a los desmentidos del gobierno galo y de las agencias de calificación. Ayer, Standard & Poor's expresó su confianza en mantenerla.

La propuesta de Alemania y Francia de implantar una tasa a las transacciones financieras tampoco ayudó, y los bancos fueron los más perjudicados, especialmente los británicos. Bankinter se dejó un 5,89%, por delante de BBVA (-5,76%), Banco Popular (-4,39%) y Banco Santander (-4,08%) .

El presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, confirmó ayer que los jefes de Estado y de Gobierno de la UE intentarán llegar a un acuerdo sobre la propuesta que hicieron esta semana el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, para proponerle como presidente del nuevo gobierno económico de la eurozona.

Van Rompuy explicó que no puede aceptar el cargo porque "formalmente" no ha sido discutido por los dirigentes europeos y, posteriormente, confirmó en su cuenta de Twitter que la decisión final la tomará el Consejo Europeo en octubre". El belga reconoció en rueda de prensa que "de facto" ya está presidiendo las reuniones del Eurogrupo al máximo nivel político y ha recordado que ya lo ha hecho dos veces en 2010 y otras dos en 2011.