Los sindicatos se mostraron ayer dispuestos a apoyar la moderación de los salarios más allá de 2012, año en el que concluye en acuerdo de negociación colectiva que firmaron con la patronal, a cambio de desbloquear los convenios colectivos y de un compromiso firme de las empresas para contener sus beneficios empresariales y para invertir sus excedentes en la mejora del tejido productivo.

Así lo manifestó el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y el de UGT, Cándido Méndez, en una carta conjunta que ayer enviaron al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para expresarle su preocupación por la gravedad de la crisis económica y trasladarle una serie de propuestas dirigidas a dinamizar la actividad. El Gobierno aseguró en varias ocasiones que es necesario prolongar la moderación salarial para que España pueda dejar atrás la crisis.

"Los salarios deben mantener una senda de moderación en su crecimiento, como el establecido en el actual acuerdo de negociación colectiva (AENC), con una extensión a un periodo temporal más amplio, pero el esfuerzo será baldío y contraproducente si no está acompañado de un compromiso firme de contención de los beneficios empresariales y un esfuerzo adicional de inversión de los excedentes obtenidos para ampliar y mejorar el tejido productivo español", aseguran. El acuerdo de negociación colectiva firmado entre sindicatos y patronal para el periodo 2010-2012 prevé un incremento salarial del 1% para 2010, de entre el 1% y el 2% para 2011 y de entre el 1,5% y el 2,5% para 2012.

En materia fiscal, Toxo y Méndez demandaron al presidente del Gobierno que la lucha contra el fraude fiscal se convierta "en seña de identidad" de todas las administraciones públicas. Las centrales defienden que se reinstauren el Impuesto sobre Patrimonio y la Tasa sobre Sucesiones y Donaciones, que se modifique el sistema de estimación objetiva de las rentas de actividades económicas dentro del IRPF, y que se implante una tarifa progresiva de entre el 15% y el 25% de la tributación de los rendimientos del ahorro y plusvalías en el IRPF.

El Consejo de Ministros tiene previsto aprobar hoy un decreto-ley para acelerar la reducción del déficit público, con el que pretende ahorrar unos 5.000 millones sustentado en dos medidas principales: la racionalización del gasto farmacéutico y una reforma parcial del Impuesto sobre Sociedades que afectará a las empresas de mayor dimensión.

El Ejecutivo quiere convalidar este decreto en el Parlamento cuanto antes, a ser posible la próxima semana, por lo que pedirá la convocatoria urgente de un pleno extraordinario del Congreso en el que Zapatero debatirá sobre la crisis.

Las grandes empresas -las que facturan más de seis millones de euros-, a las que el Gobierno prevé aplicar un adelanto en el pago del Impuesto de Sociedades, soportan un tipo efectivo en este impuesto, después de deducciones, más bajo que el resto en relación al tipo medio al que tributan, según la última memoria disponible de la Administración Tributaria, de 2009.

Entre las empresas que facturaron entre 10.000 euros y seis millones en 2008, a las que correspondió un tipo medio de entre el 24% y el 26%, el tipo efectivo se situó no más de 5,1 puntos porcentuales por debajo y en ningún caso éste fue inferior al 20%. Para las grandes empresas, sin embargo, el tipo efectivo sólo fue superior al 20% en el tramo de facturación entre los 6 y los 7,5 millones de euros y en el de aquellas de entre 500 y 750 millones de euros.

La minoración del tipo medio hasta el tipo efectivo se situó en algunos tramos, como en el de aquellas empresas con un volumen de facturación superior a los 750 millones, por encima de los 10 puntos porcentuales. El tipo medio del Impuesto sobre Sociedades para el conjunto de las empresas disminuyó un 1,1% en el ejercicio 2008, del 29,1% al 28%, mientras que el efectivo cayó un 1,4%, desde el 20,2% al 18,8%, por las reformas introducidas ese año en el impuesto.

En 2004, el tipo impositivo medio pasó del 32,3% al 28%, una reducción del 4,3%, mientras que el tipo efectivo descendió aún más, hasta un 5,3%, por cambios en bonificaciones y deducciones.