La Comisión Europea (CE) mantuvo ayer la previsión de crecimiento de la economía española en el 0,8% para este año pese a confirmar el frenazo de la recuperación económica de la zona euro en la segunda mitad de este ejercicio, aunque descartó una segunda recesión. Bruselas rebajó significativamente sus previsiones para el tercer y cuatro trimestre, cuando calcula que la zona euro sólo avanzará un 0,2% y un 0,1%, respectivamente.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) alabó las medidas de reforma adoptadas por España, pero advirtió de que el país necesita más de 2,2 millones de nuevos empleos para recuperar la tasa de paro previa a la crisis. También alertó de la necesidad de que España reforme sus servicios de empleo y de activación de los parados, porque aprecia falta de coordinación entre el Gobierno central y las comunidades autónomas.

Las previsiones de crecimiento para España de la CE en el 0,8% están muy alejadas de las del Gobierno español, que calcula que llegue al 1,3%, aunque el propio presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, admitió que las previsiones "no son una foto fija".

El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, alabó los progresos realizados por España, pero advirtió de que "sería contraproducente incluir estímulos fiscales" en este momento si se tiene en cuenta la situación de las finanzas públicas en el país.

Bruselas confirmó ayer que el crecimiento económico en los países del euro y la Unión Europea se ralentizará durante la segunda mitad del año, aunque descartó la entrada en una segunda recesión. "Esperamos un estancamiento, pero no una vuelta a la recesión", recalcó el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, en la presentación de las previsiones económicas interinas de la CE, que revisan sus cálculos de primavera.

Bruselas mantuvo la previsión de crecimiento de los socios del euro en el 1,6% y rebajó la de los Veintisiete en sólo una décima, hasta el 1,7 %, debido a los buenos resultados del primer trimestre.

La revisión a la baja para el tercer y cuarto trimestre quedaría compensado en el cómputo de todo el año (1,6 %) gracias a los inesperados buenos resultados del primer trimestre, cuando el bloque creció por encima de lo previsto.

Las grandes economías evolucionarán de manera similar, sólo Alemania mejoró su crecimiento anual respecto a lo previsto en primavera (del 2,6% al 2,9%), aunque lo hizo a causa de su buen inicio del año y también se verá afectada por el parón en los próximos meses. Francia, por su parte, crecerá un 1,6% (en lugar del 1,8% esperado inicialmente); Italia, un 0,7% (frente al 1% previsto en primavera), y Reino Unido, que no pertenece al euro, un 1,1 % (se preveía un 1,7%).

La OCDE advirtió, en la presentación de su informe anual, de las consecuencias de la ralentización económica en el empleo. La organización calcula que la tasa de paro en España, que cerró el segundo trimestre en el 20,89%, se elevó al 21,2% en julio, "más de dos veces y media" la tasa media de la OCDE, del 8,2%. Entre las causas subraya que el ajuste en el mercado laboral se centra en el despido y no en el control de salarios ni horas trabajadas. El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, criticó que "no hay coordinación" entre el gobierno español, que pone el dinero, y las autónomas que lo gestionan.