El anuncio de la Comunidad de Madrid de impulsar una normativa que supondrá una liberalización casi absoluta de los horarios del comercio preocupa a los comerciantes gallegos.

El Gobierno madrileño anunció esta semana que está elaborando un anteproyecto de ley que permitirá a los locales de hasta 750 metros cuadrados abrir veinticuatro horas al día, todos los días del año, lo que supone extender una norma que hasta ahora se aplica a los negocios de hasta trescientos metros cuadrados.

¿Sería posible esto en Galicia? Rotundamente no, al menos por ahora. La Xunta de Galicia está de acuerdo en mantener la Lei de Horarios Comerciais de Galicia -del 28 de diciembre de 2006, y que fue aprobada por unanimidad por el Parlamento Gallego- tal y como está.

"No se podría trasladar a Galicia una normativa como la de Madrid porque el comercio de nuestra comunidad es muy diferente, así como las características de cada ciudad como son la dimensión, población, afluencia turística", explican desde el departamento que dirige Nava Castro, directora general de Comercio.

Suficiente

En estos momentos la ley establece un horario de "apertura de doce horas al día y de setenta y dos horas a la semana, entre las ocho y las veinticuatro horas. Es suficiente", señala Comercio.

La Lei de Horarios Comerciais de Galicia establece un máximo de ocho días al año en los que los establecimientos pueden estar abiertos al público los domingos y festivos.

Una de las excepciones es para aquellos comercios que dispongan de una superficie útil para exposición y venta de hasta 150 metros cuadrados.

Por otra parte, están excluidos de esta libertad horaria los pertenecientes a empresas o grupos de distribución que no tengan la consideración de pequeña y mediana empresa o que operen bajo la denominación comercial del los mencionados grupos de empresas.

En la comunidad gallega gozan ya de libertad horaria los establecimientos comerciales situados en zonas de gran afluencia turística. Es competencia de los propios concellos la solicitud de esta declaración.

También quedan fuera de esta limitación horaria los establecimientos que estén en las zonas próximas a la celebración de ferias y mercados tradicionales, con el mismo horario de los puestos ambulantes, dedicados a la venta de combustibles y carburantes o los que se dediquen a la venta de prensa o pan y pastelería entre otros.

El presidente de la Federación Gallega de Comercio, José María Seijas, reconoce que había movimientos desde hace tiempo para lograr la libertad de horarios.

"He mantenido reuniones con el presidente de la Xunta y con el conselleiro de Economía para explicarles nuestro punto de vista y hemos coincidido en que la libertad de horarios es contraproducente", reconoce el dirigente.

Flexibilidad

Seijas afirma que la actual ley de comercio de la Xunta ofrece una flexibilidad más que suficiente para que los consumidores estén perfectamente atendidos.

Coincide en señalar que "Galicia no es Madrid" y advierte de que por más tiempo que estén abiertos los establecimientos no se va a vender más. "Venderemos más cuando la economía se recupere y los ciudadanos vuelvan a tener confianza. Mientras tanto el consumo estará retraído y los comerciantes seguiremos pasándolo muy mal y aguantando", indica Seijas.

La libertad de horarios no habría evitado que en Galicia se hubieran cerrado 11.500 comercios desde el inicio de la crisis. Estos cierres se multiplicaron por tres en 2010 en relación al año 2008, mientras que las ventas en las rebajas del último verano se hundieron un 20%.