España es el tercer país de la zona euro con los plazos de pago más dilatados, tanto por parte de las empresas como de las administraciones públicas, según un estudio difundido ayer por la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad. El informe Comparativa europea de plazos de pago en las transacciones comerciales, elaborado a partir de datos de la organización Intrum Justicia, Crédito y Caución y del Banco Mundial, refleja que las empresas españolas tardan de media 99 días en hacer frente a sus deudas, solo por detrás de las griegas (110 días) y las italianas (103 días).

Las administraciones públicas españolas también son las terceras más lentas (153 días), superadas únicamente por Grecia (168 días) e Italia (180 días).

El portavoz de la plataforma, Antoni Cañete, destacó ayer que dilatar los pagos genera importantes costes financieros que reducen la competitividad de las empresas españolas, al obligarlas a tener una mayor capacidad financiera y aseguró que actualmente es la principal causa de cierre.

Por ello, instó al próximo Gobierno a que se tome la lucha contra la morosidad como "un proyecto de competitividad del país". De hecho, la plataforma propuso crear un régimen sancionador con multas que vayan de los 6.000 a los 900.000 euros, según la gravedad de la demora, y que pueda incluso implicar el cierre de la empresa morosa.

La organización también reclamó otras medidas como la creación de un Observatorio de la Morosidad y la introducción del criterio de caja en el pago del IVA frente al devengo (obligación de pago).