El presidente de Banco Popular, Ángel Ron, dejó claro tras presentar su fusión con el Pastor que su prioridad era concluir este proceso antes de pensar en otras operaciones, aunque no descartó aprovechar las oportunidades si se presentaban para ganar tamaño. "Estaremos atentos", dijo en referencia a la segunda oleada de fusiones que él mismo inauguró. Y eso parece estar haciendo.

Banco Popular analiza estos días el cuaderno de venta que el banco de inversión Nomura ha preparado al Banco de España -según publicaba ayer Expansión- para deshacerse de la fusión de las pequeñas cajas territoriales de Cataluña, Unnim, que fue nacionalizada en octubre pasado y cerró el tercer trimestre con 107 millones de euros de pérdidas.

Con la adquisición de Unnim, Banco Popular alcanzaría los 190.000 millones en activos y crecería en uno de los territorios que considera estratégicos, donde sus oficinas y las del Pastor concentran un 4,9% del mercado, al que sumarían el 9,3% de la caja catalana.

El Popular, que sumará con Pastor 161.000 millones en activos cuando cierre la operación, en febrero, prepara una ampliación de capital de 1.347 millones para sufragar la fusión y tiene pendiente de presentar su plan para captar 2.581 millones, exigidos por la Autoridad Bancaria Europea (EBA). Además, tendrá que afrontar vencimientos de deuda por valor de 12.700 millones antes de 2013, con lo que no parece que otra adquisición entre en los planes del siempre cauto Ángel Ron, pero precisamente la compra de las entidades nacionalizadas puede ser la oportunidad que quería aprovechar. Banco Popular evitó ayer confirmar si es así.

El Banco de España vendió la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) el pasado día 7 a Banco Sabadell por tan sólo un euro y después de inyectar 5.249 millones de euros a cargo del Fondo de Garantía de Depósitos -que financian todos los bancos- . El supervisor ofrece además un Esquema de Protección de Activos (EPA) sobre los 1.600 millones en activos tóxicos que tiene la entidad alicantina que garantiza un 80% de las pérdidas durante un plazo de diez años, también con cargo al fondo de la banca. Por si fuera poco, Sabadell tendrá avales del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) para financiar los vencimientos de deuda de la CAM. La operación, que libera al Estado de incrementar sus números rojos, sitúa al banco que preside Josep Oliu como el quinto de España con 166.000 millones en activos, más que el Popular.

El sector espera que el Banco de España replique ahora el esquema de la adjudicación de la caja alicantina, con la cobertura del 80% de las pérdidas derivadas de los activos tóxicos.

De confirmarse su interés, la entidad que preside Ángel Ron solicitará al Banco de España información completa de la caja, previa firma de un acuerdo de confidencialidad, dentro de la primera etapa de la subasta, que terminará el día 13. Los planes del fondo de rescate bancario pasan por que las entidades interesadas presenten en febrero las ofertas vinculantes y adjudicar Unnim antes del fin de marzo. Si no prospera la operación, según lo publicado por Expansión, Banco Popular intentaría hacerse con Banco de Valencia, una operación que el supervisor quiere concluir en el primer semestre del año.