Los emprendedores gallegos se decidieron con más ahínco en 2011 a poner en funcionamiento iniciativas empresariales. Por primera vez desde 2007, un año antes del comienzo de la crisis, los proyectos de los emprendedores de Galicia experimentaron un aumento el año pasado, pese a que el nivel de las iniciativas nuevas desarrolladas en la comunidad se mantiene todavía por debajo de la media española.

El llamado índice TEA (Actividad Emprendedora Total, por sus siglas en inglés), que representa la suma del porcentaje de población involucrada en actividades nacientes (surgidas en los últimos tres meses) y nuevas (de entre 3 y 42 meses de antigüedad), creció en Galicia al pasar del 3,12% al 4,74% entre 2010 y 2011. No registraba un repunte desde 2007, cuando alcanzó el 7,62%. En los años siguientes descendió hasta el 7,49% (2008), el 4,69% (2009) y el 3,12% (2010). El nivel medio español de emprendimiento empresarial también aumentó el pasado año, hasta situarse en el 5,81%, un punto porcentual más que el gallego.

El aumento del número de emprendedores gallegos aparece en el informe GEM (Global Entrepreneurship Monitor), al que Galicia se sumó en 2005, y que ayer fue presentado en Santiago por el director general del Instituto Galego de Promoción Económica (Igape), Javier Aguilera, y el presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), Antonio Fontenla.

El estudio refleja que la evolución positiva del TEA en Galicia se debe sobre todo al incremento de los emprendedores que llevan en activo menos de tres meses. Alude también a un incremento notable de la "intención emprendedora", es decir, la voluntad de poner en marcha un proyecto en los próximos 3 años. Y muestra que el emprendimiento femenino en 2011 casi se duplicó, al pasar del 2,26% al 4,08%, mientras que el masculino subió al 5,39%.

El perfil del emprendedor gallego corresponde a un hombre de 37 años, con estudios obligatorios, residencia urbana, en situación laboral activa, origen español y dedicación a tiempo completo a su empresa. Sus iniciativas tienen en general un único propietario (62,29%), un bajo grado de innovación (70%) y un uso mayoritario de tecnologías de más de cinco años (55%).