La multinacional aluminera Alcoa mantendrá activas las fábricas de A Coruña y Avilés (Asturias) en 2015 tras lograr las retribuciones eléctricas suficientes para el próximo ejercicio en la subasta de repesca que se celebró entre el lunes y ayer en Zaragoza. Por ello, la compañía estadounidense comunicó ayer a la plantilla que retirará el despido colectivo de extinción anunciado el 1 de diciembre -para todos los trabajadores de las dos fábricas, 400 en cada una- una vez que las autoridades competentes validen los resultados de la puja. Sin embargo, advierte de que las dos plantas "continúan afrontando dificultades significativas debido a su estructura de costes" y urge un marco energético a largo plazo que facilite que haya una mayor estabilidad.

De hecho, la compañía trasladó a los representantes de los empleados que tras las fiestas navideñas emprenderá con ellos nuevas reuniones ante un plan de ajustes con el objetivo de ahorrar dos millones de euros en cada una de estas plantas, según fuentes sindicales. El anuncio de la multinacional cayó como el Gordo de la lotería en la familia aluminera. "Seguiremos trabajando y luchando" fue el mensaje más repetido ayer entre la plantilla tras conocerse el anuncio de la retirada de los despidos. Y el comité, eufórico, aplaudió "el triunfo de los trabajadores" y agradeció las innumerables muestra de apoyo recibidas en los últimos días desde diferentes ámbitos.

La segunda subasta de interrumpibilidad -el sistema diseñado por el Gobierno de Mariano Rajoy para distribuir las retribuciones que reciben las industrias por reducir o cesar el consumo eléctrico en caso de emergencia o por saturación del sistema- finalizó a las 14.30 horas de ayer. Unas horas antes la compañía ya había convocado a los comités de empresa de A Coruña y Avilés para las 17.00 con la finalidad de trasladarles información sobre el resultado de las pujas y su impacto. Los trabajadores de la fábrica de A Grela permanecían atentos a las novedades que podían llegar de Madrid y un buen número de ellos se concentró ante las instalaciones, montando incluso una barricada. Al poco tiempo de iniciarse la reunión, sin embargo, la noticia ya empezó a correr como la pólvora: "Alcoa no se cierra".

"Los servicios de interrumpibilidad obtenidos por Alcoa en la reciente subasta son suficientes para la continuidad operativa de las dos plantas (de A Coruña y Avilés) en las actuales condiciones de mercado", trasladó la compañía a los comités de empresa. La multinacional confirmó que una vez que los resultados de la subasta hayan sido validados por los organismos competentes, "la compañía tiene la intención de retirar el procedimiento de despido colectivo" que afecta a sendas factorías, que emplean a más de 800 trabajadores. Pero a renglón seguido apostilló: "Estas fábricas, no obstante, continúan afrontando dificultades significativas debido a su estructura de costes. Los ingresos que Alcoa obtendrá en 2015 por la venta de servicios de interrumpibilidad serán menores de lo previsto, lo que hará que estas dos plantas sean más vulnerables a un cambio drástico de las condiciones del mercado, como el precio del aluminio o los tipos de cambio".

La compañía incluso detalló a los sindicatos que los resultados obtenidos están "muy por debajo de los de 2014, entre un 30% en el caso de las factorías de A Coruña y Avilés". Las mismas fuentes señalaron que Alcoa quiere ahorrar esa suma en productividad, salarios y servicios contratados. "Estamos en plena negociación del convenio. Tendremos una tregua en las fiestas, pero en enero tocará hablar de ajustes", señalaron los representantes de la plantilla.

La presidenta de Alcoa España, la gallega Rosa García Piñeiro, declaró que "aunque los resultados obtenidos durarán solo un año y su cuantía es inferior a los que conseguimos en los años precedentes, hemos asegurado una previsión de ingresos que permiten a nuestras fábricas seguir operando". "Sin embargo -apostilló- tenemos que seguir trabajando para conseguir un marco energético estable, a largo plazo, y reducir costes para asegurar la viabilidad de nuestras fábricas". El comunicado remitido ayer por la compañía concluye recordando que las plantas de A Coruña y Avilés "continúan estando entre las fábricas de aluminio primario con mayores costes del grupo Alcoa".

Los representantes del comité de empresa de la planta de A Grela celebraron el anuncio de la retirada de los despidos. "Esto ha sido un triunfo de todos los trabajadores de la fábrica. Dependemos de que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) valide la subasta, pero es un puro trámite, y esta resolución supone una alegría inmensa", apuntó el máximo representante de la plantilla coruñesa, Nazario Arias. "Es un alivio después de tanto pelear y por fin vamos a poder pasar las Navidades tranquilas. Después, el próximo año, volveremos a trabajar para que esta situación no se repita a finales de 2015", añadió Arias.

Precisamente, la Xunta mostró ayer su satisfacción por la resolución del problema de Alcoa y el mantenimiento del empleo y reconoció a los trabajadores su implicación durante todo el proceso para que esta salida satisfactoria pudiese darse. Mientras, el alcalde de A Coruña, Carlos Negreira, calificó de "magnífica" la noticia, como "el mejor regalo de Navidad para las 400 familias que han vivido duras horas de incertidumbre". La retirada del ERE, según el regidor coruñés, es "otra victoria colectiva de la ciudad, de todos los coruñeses".

Los sindicatos también se felicitaron por la salida final al conflicto de Alcoa pero, al igual que el comité de empresa, reclamaron cambios inmediatos en el sistema de reparto de los incentivos eléctricos para evitar que se repita la misma situación en 2015. CIG insistió en reclamar una tarifa eléctrica gallega que premie el hecho de que Galicia sea una comunidad "excedentaria y exportadora" de energía.