Apenas un mes después de que el Senado aprobase la ley electoral que veta la participación de los emigrantes en las municipales, el Gobierno central ha abierto el melón de la reforma de la Constitución para permitir a la diáspora tener una circunscripción propia en el Congreso. De esta forma, el Ejecutivo atendería una vieja reivindicación de los colectivos de españoles en el exterior -y que el propio PSOE ya llevó en su programa electoral- ya que permitiría a la emigración elegir a sus propios representantes en la Cámara baja. Esta reflexión parte del ministro de Justicia, el gallego Francisco Caamaño, que así lo transmitió a un grupo de emigrantes en Buenos Aires durante una visita al país austral esta semana. Y a modo de ejemplo puso el modelo de Italia, país en el que sus emigrantes solo pueden votar en las elecciones generales.

La reforma electoral que el Ejecutivo italiano llevó a cabo en 2001 supuso la creación de una circunscripción para la diáspora en la que los electores en el exterior eligen a 12 diputados y a seis senadores. "Es una fórmula que también se está estudiando en España, pero que requiere una reforma de la Constitución de 1978 y por lo tanto un acuerdo sobre este tema tan importante, ya que según la Constitución, la circunscripción electoral es la provincia y hoy no existe una provincia de los españoles en el exterior que pueda tener diputados", explicó Caamaño en una reunión esta semana con emigrantes en Argentina.

"Sepan que el garantizar una cuota de representantes directos para los españoles -añadió- es una opción que se está estudiando, ya sean españoles o sus descendientes, para que puedan ser escuchados en la decisiones que como pueblo todos tomamos".

Fuentes del Ejecutivo y del PSOE reconocen que esta modificación no se puede llevar a cabo de forma inminente, ya que la reforma de la Carta Magna acarrea la disolución de las Cortes. No obstante, se manifiestan dispuestos a abrir el debate de cara a la próxima legislatura. A un año de que concluya el mandato de Zapatero, momento en el que podrían disolverse la Cortes y abordar la reforma constitucional -ya no solo para acometer la creación de una circunscripción propia para la emigración en el Congreso, sino también para la reforma del Senado y la sucesión de la Corona- el debate parlamentario todavía no ha empezado con lo que no habría tiempo suficiente para llevar a cabo los cambios en 2012 y tendrían que aplazarse hasta finales de la próxima legislatura, 2016. Una opinión que es compartida, al menos en lo que al calendario se refiere, por expertos en Constitucional consultados por este periódico. "No hay tiempo para sacarla adelante esta legislatura, ni desde el punto de vista jurídico y menos todavía desde el político", aseguran. La falta de apoyos del actual Gobierno socialista provoca, según apuntan, "escasas posibilidades" de acometer la reforma de la Carta Magna con el consenso parlamentario que requiere.

La propuesta del ministro de Justicia sobre el futuro del voto emigrante ha sido bien acogida por el colectivo de españoles en el exterior, que ya ha hecho números y han puesto sobre la mesa sus demandas: doce diputados que representen a los más de 1,4 millones de emigrantes con derecho a sufragio, unos 367.000 gallegos . "Con la creación de una circunscripción propia en las Cortes, se enmendaría el error cometido con las restricciones al voto emigrante en las municipales", asegura desde Suiza el presidente del Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior, Francisco Ruiz. Al mismo tiempo, Ruiz reconoce que el hecho de que los emigrantes elijan a sus propios representantes en el Congreso dejaría la puerta abierta a la eliminación del voto exterior en las autonómicas. "Hay que ir por pasos. Lo primero sería la creación de una circunscripción propia para la emigración. A partir de ahí, ya se vería qué hacer en las autonómicas", concluye.

Las miles de abuelas que décadas atrás huyeron de la hambruna son las grandes olvidadas de la última reforma de la nacionalidad, ya que no recoge los casos de las mujeres que perdieron la ciudadanía por el simple hecho de haberse casado con ciudadanos extranjeros. Sus hijos y nietos han quedado excluidos de la reforma que el pasado mes de diciembre cumplió dos años y que estará en vigor hasta el próximo 29 de diciembre. Pero esta situación podría cambiar en los próximos meses, según expuso el ministro de Justicia durante su reciente visita a Buenos Aires, donde se reunió con un grupo de españoles emigrados en el país austral. Según apuntó Caamaño, a través de un artículo en la nueva ley de registro civil podría resolverse el problema del acceso a la ciudadanía española de los nietos de mujeres emigrantes. Esta norma está a punto de ser enviada a las Cortes y se prevé su aprobación para octubre o noviembre.

En los dos últimos años, los consulados y embajadas de España en el exterior recibieron un total de 293.500 solicitudes de descendientes de emigrantes para acogerse a la conocida como ley de nietos. Pero por el momento tan solo han sido inscritos como nuevos españoles unos 170.000; de ellos, un 30% de origen gallego -unos 50.000, según cálculos de la asociación Hijos y Nietos de Españoles-.

Las 123.317 peticiones restantes, unas 37.000 de hijos y nietos de emigrantes gallegos, están pendientes de resolver, bien porque todavía están en fase de estudio o bien por las dificultades para obtener los certificados de nacimiento de su antepasados.

De continuar este año con este ritmo de solicitudes, las peticiones totales rondarán las 440.000, unas 130.000 de hijos y nietos de emigrantes gallegos. Estas cifras se traducirían en las próximas elecciones autonómicas en casi 500.000 gallegos en el exterior con derecho de sufragio.