La competencia desleal ha sido uno de los principales caballos de batalla del turismo gallego este año debido al repunte provocado por la crisis. Y el problema parece aún lejos de solucionarse. La Xunta activó este verano por primera vez un plan especial de inspección para erradicar aquellos alquileres de pisos particulares o bajos sin declarar a Hacienda y también a los que pagan sus impuestos pero ofrecen plazas al margen de la ley.

El sector calculaba que existían más de 10.000 camas ilegales, 3.000 de ellas en Santiago, donde la planta hotelera cuenta con otras 12.000 regladas. Por eso, la Asociación de Hostelería de Compostela ha decidido investigar por su cuenta y ha contratado a una empresa privada que durante dos días de agosto detectó casi 70 alojamientos que no acatan las normas y ofrecen más de 600 habitaciones de forma irregular. Los hosteleros de Santiago valoran la medida impuesta por la Secretaría Xeral de Turismo, pero ante estos resultados advierten de que queda mucho trabajo por hacer y es necesario una actuación "contundente" por parte de los inspectores del Ejecutivo gallego.

Tanto las 3.000 plazas que denuncia el sector como las 600 fraudulentas localizadas por los "detectives" en esta investigación particular distan mucho de las cinco denuncias que recibió el Gobierno autonómico el mes pasado de locales de toda Galicia y dos de ellas de la capital compostelana.

El informe elaborado por Hostelería de Compostela tras los resultados obtenidos por los investigadores privados desvela además los métodos más empleados por estos alojamientos para anunciarse, de tal forma que sirva de guía a la Administración autonómica para acabar con este tipo de prácticas irregulares en el turismo. El documento revela que internet es la plataforma más usada en la publicidad de este fenómeno por el "vacío legal" que brinda la Red. Los hosteleros compostelanos también afirman que la publicidad engañosa de establecimientos turísticos ilegales está presente tanto en webs propias como en portales de viaje y ha crecido aún más por el auge de las reservas online. La aproximación a los clientes potenciales a través de anuncios en la vía pública o en el mismo lugar donde se alquila la habitación son otras de sus estrategias más recurrentes de comercialización.