-Acaba de ser nombrado presidente de la Fegamp por consenso, aunque hay quien cuestiona que el alcalde de una gran ciudad pueda simultanear dos cargos de tanto peso...

-Todos los alcaldes tenemos mucha responsabilidad en nuestros concellos. Lo que se busca en la Fegamp es una buena representación del municipalismo y mi candidatura ha logrado un respaldo total. Llevo diez años en la política municipal y creo que conozco bien este mundo en su globalidad.

-A corto plazo, ¿es partidario de la fusión o de mancomunar servicios como plantea la Xunta?

-Lo que creo es que no vale con lanzar discursos, hay que avanzar para prestarle un mejor servicio al ciudadano, con independencia de quién lo haga. Debemos esforzarnos en mejorar los servicios que tengamos que prestar cada uno.

-¿Aunque eso suponga plantear la devolución de competencias impropias a la Xunta si no las acompaña de financiación?

-El ciudadano no entiende de competencias impropias y creo que los ayuntamientos siempre hemos sido los primeros en asumir responsabilidades. Es la administración más próxima y por eso no debe fallarle a los vecinos. Otro debate diferente es el de la financiación y sobre eso se ha hablado mucho en los últimos años. Lo que espero es que en los próximos se pueda avanzar.

-¿Y no se corre el riesgo de perjudicar al ciudadano?

-Yo primo la parte de la financiación sobre la de a quién le corresponde prestar el servicio porque los ayuntamientos no podemos defraudar a los ciudadanos. Por eso debemos avanzar en una mejor financiación y también en una corresponsabilidad en esa financiación.

-A la situación financiera de los concellos tampoco ayudan las devoluciones que les reclaman Gobierno y Xunta. ¿Comparte la petición de la FEMP de aplazar el periodo de pago a diez años?

-La comparto plenamente porque no solo tenemos menos recursos sino que la devolución computa como deuda. Aplazarlo a 10 años es lo mejor que se puede plantear.

-¿Confía en que ésta sea, por fin, la legislatura del nuevo sistema de financiación local?

-Creo que sí, es una preocupación tanto del próximo presidente de España como del de la Xunta.

-Un nuevo marco legal y un incremento del fondo de cooperación, ¿resolverán los problemas económicos de los concellos?

-El hecho de que solo el 13% del gasto público en España le corresponda a los ayuntamientos no se ajusta a cómo los ven los ciudadanos. Es la administración a la que se dirigen para solucionar la mayoría de sus problemas. Por eso, veo fundamental aclarar las competencias de cada uno y la financiación.

-Los concellos, entonces, estarían dispuestos a seguir prestando sus actuales servicios si estos vienen acompañados de fondos...

-Sí, pero también hay que reflexionar sobre qué servicios puede prestar cada uno mejor.

-En materia de servicios sociales, ¿el decreto que ultima la Xunta para 2012 será la solución al conflicto abierto por los retrasos y recortes al Plan Concertado?

-Lo que debemos hacer es sentarnos con la Xunta para establecer cuáles son las prioridades y cómo repartimos los gastos, porque el Gobierno no está asumiendo el porcentaje de gasto en dependencia al que se comprometió y eso está ahogando a las otras dos administraciones. No se trata tanto de echarle la culpa a unos o a otros sino de buscar soluciones y no duplicar recursos.

-Parece que le tocará resolver varios frentes con la Xunta. ¿Prevé un mandato conflictivo?

-Estamos en un momento complicado y lo que necesitamos es mucha cooperación, diálogo y audacia y eficacia en las medidas.

-¿Jugará a su favor tener enfrente a dos gobiernos amigos?

-Yo estoy para defender los intereses del municipalismo en Galicia y será lo que haga. Habrá diálogo y cooperación porque el momento y los ciudadanos así lo exigen.

-Carlos Fernández cifra en un centenar los concellos en una mala situación económica. ¿El siguiente paso, como augura su predecesor, será recortar servicios?

-No. Lo que hace falta es una política económica basada en la austeridad y la eficacia, y hay que tomar medidas de control económico en los concellos, igual que en el resto de administraciones. Y eso no tiene por qué poner en riesgo los servicios básicos que están prestando.

-¿Pero hay margen todavía para realizar más recortes?

-Yo no he hablado de recortar, sino de gestionar mejor los recursos.

-Pero habla de austeridad, por tanto, cree que todavía hay margen para reducir gastos supérfluos en los ayuntamientos...

-Y para prestar también los servicios a menor precio pero con la misma calidad y a la vez implicando a otras administraciones.

-Existe cierto temor a que el año que viene haya una subida generalizada de impuestos municipales. ¿Comparte esta solución?

-Es bueno que desde la Fegamp analicemos la fiscalidad de los municipios. Pero yo no puedo más que dar mi opinión personal, no lo hemos trabajado suficientemente.

-¿Pero lo estudiarán?

-Es fundamental. No solo se trata de pedir más recursos sino también de cómo los propios ayuntamientos tenemos capacidad para generar recursos y en qué medida.

-Desde las elecciones de mayo hemos escuchado a muchos alcaldes quejarse de la herencia económica de sus predecesores...

-Yo no voy a entrar a hacer valoraciones de cada ayuntamiento. Cada uno podrá dilucidar de quiénes son las responsabilidades. Pero las herencias pesan en los ayuntamientos igual que en las empresas y en las familias. Nuestra responsabilidad es dirigir con los recursos disponibles y haciendo frente a las deudas que tengamos con independencia de quién las haya concertado. Y a lo mejor uno de los motivos por los que se apostó por el cambio fue por la situación económica.

-¿Qué propondría para agilizar el pago a los proveedores y resolver un problema que amenaza ya a servicios como la basura?

-Lo fundamental es la solvencia. Y no gastar más de lo que se tiene, por tanto hay que ajustar los presupuestos a las realidades y en algunos casos no se hace. Es básico que las personas que trabajan también para las administraciones se den cuenta también de la situación y de que, en algunos casos, a lo mejor es preferible facturar menos pero poder cobrar en los plazos establecidos.

-Otra de las propuestas que pretende sacar adelante es una tabla de salarios orientativa para alcaldes y concejales. ¿Tantas disparidades hay a estas alturas?

-Yo creo que esa propuesta es acertada y la tenemos que debatir para elevar un documento que será orientativo. Muchos alcaldes están convencidos de que es la mejor fórmula. Hay muchos regidores demandando temas tan delicados como este o como homogeneizar los precios o las tasas municipales.

-¿Adoptará usted alguna medida de austeridad en la Fegamp?

-La austeridad en estos momentos no es una opción, es una obligación. Por tanto se tomarán medidas para optimizar los recursos. Pero no puedo avanzar nada.