Ya antes de iniciar la carrera, su nombre sonaba con fuerza. No solo para entrar en la competición, sino para llegar al podio. Nada más cerrarse el escrutinio del 24-M, el alcalde de As Pontes, el socialista Valentín González Formoso, se convirtió en el candidato mejor colocado para presidir la Diputación de A Coruña. Pese a que todavía no se han abierto las conversaciones para asignar responsabilidades en las futuras corporaciones provinciales, no pocos en el PSdeG ya colocan al regidor de la comarca del Eume como ganador de la carrera frente a su homólogo en Dumbría, José Manuel Pequeño. Pero un nuevo jugador con el que no contaban los socialistas entra en la competición. El BNG, molesto ante la "falta de sentido político" que supone anunciar nombres antes de abrir las negociaciones, reclamará un reparto "equilibrado" de las tres diputaciones donde ha ganado la izquierda: A Coruña, Pontevedra y Lugo. Una vez se abra la ronda de contactos, después de la constitución de ayuntamientos el sábado, la formación liderada por Xavier Vence propondrá dejar en manos del PSdeG la Presidencia de las diputaciones de Pontevedra y Lugo a cambio de que el BNG se haga con el bastón de mano de la Corporación provincial de A Coruña.

"El PSdeG no puede tener las tres diputaciones; tiene que haber una posición de equilibro entre los socios de gobierno", advirtieron ayer desde la dirección del BNG a este periódico. En el paquete que los nacionalistas pondrán sobre la mesa durante las negociaciones estarán las tres corporaciones provinciales y la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp). "En el conjunto de las cuatro tiene que haber una distribución equilibrada", insisten desde el BNG, al tiempo que se remiten a los resultados del 24-M para aferrarse a la Presidencia de la Diputación de A Coruña, donde el PP ocupará 13 escaños, el PSdeG 8, el Bloque 5, Marea Atlántica 3, Compostela Aberta 1 y Alternativa dos Vecinos de Oleiros 1. Con este reparto, el voto de los nacionalistas es clave para que una fuerza de izquierdas se haga con bastón de mando de la institución provincial, ya que con un pacto entre socialistas y las formaciones emergentes se empataría en número de diputados con los populares.

Los nacionalistas advierten de que la negociación no se llevará a cabo provincia a provincia, sino que será con una visión de conjunto. En una carta publicada ayer en Praza Pública, el exdiputado del BNG Carlos Aymerich se pregunta por qué los nacionalistas "tienen que entregar al PSOE, sin discusión alguna, la presidencia de las tres diputaciones.

"Si los tiempos cambiaron, las reglas también deberían hacerlo; y no parece exagerado, en una negociación de conjunto exigir, cuanto menos, que la presidencia de una de estas entidades corresponda al BNG", reflexiona Aymerich, quien al mismo tiempo defiende que si están de acuerdo "en que no debe gobernar el PP", por qué han de "consentir como si fuera algo natural" que tenga que presidir el PSOE (8 escaños) la Diputación de A Coruña si este se ve superado por la suma de BNG (5), Marea (3), Compostela Aberta (1) y Alternativa dos Veciños de Oleiros (1).

Para la dirección del BNG el acuerdo sobre las personas que dirigirán las corporaciones provinciales será el "segundo punto" de las negociaciones. El "prioritario", según defienden desde la formación frentista, es "sentar las bases de lo que tienen que ser las nuevas diputaciones". "Ya que no pueden ser eliminadas, su perfil debe ser rebajado", sostienen. "Tienen que ser instituciones más transparentes y no la estructura caciquil que les ha otorgado el PP; no pueden ser un aparato de dominación política", sentencian desde el BNG.

Precisamente para hoy a las 11.00 de la mañana el Bloque convocó en la sede del partido en Santiago una rueda de prensa en la que su portavoz nacional, Xavier Vence, informará sobre la posición y las propuestas de su formación sobre las diputaciones.

También para hoy por la mañana están convocadas las delegaciones del Bloque y Marea Atlántica para abordar el próximo mandado en la Corporación provincial de A Coruña.