La deuda con proveedores es dispar entre las grandes ciudades gallegas. Pero tanto en marzo como en abril, A Coruña lidera la clasificación y es la urbe con más facturas pendientes de pago. El Concello coruñés incrementó esta deuda con autónomos pequeñas pymes en el mes anterior a las elecciones municipales del 24-M y en comparación con marzo en más de 8 millones, lo que supone una subida de un 35%, según los datos del Ministerio de Hacienda. Se trata de la subida más destacada, ya que en Santiago y Lugo, pese a aumentar también los recibos sin pagar, la diferencia es menor y supone 1,2 y 1,6 millones más en cada caso respecto a marzo.

Los diez millones que adeuda la capital gallega sumados a los ocho de Lugo son casi el doble que los 31,5 que tiene sin abonar el Ayuntamiento de A Coruña. Esa cifra también es el doble que la suma de los diez millones de Santiago y los cuatro de Vigo. La urbe viguesa y Pontevedra son las únicas que redujeron la cuantía pendiente de pago con sus proveedores. En concreto, un 16% y un 23% menos en cada caso. Y ambas ciudades son además de las que menos deben, con cuatro millones sin pagar en el caso de Pontevedra y 4,8 en el de Vigo. El montante de las facturas sin abonar por parte del Gobierno local de A Coruña es precisamente el triple de lo que adeudan estas dos urbes juntas. Hacienda recoge en su informe de abril solo las estadísticas de los municipios que se rigen por el modelo de cesión, lo que explica que de las siete grandes urbes no figuren los datos de Ferrol.

La deuda en las cuatro diputaciones se mantiene más estable y apenas subió entre marzo y abril en un 0,3% hasta los 15,65 millones. En los entes provinciales los resultados son variables, igual que ocurre en las grandes urbes. Mientras que las diputaciones de Lugo y Pontevedra acortaron la deuda con sus suministradores en abril, A Coruña y Ourense aumentaron sus pagos pendientes a un mes de la cita con las urnas para elegir a los alcaldes y en base a cuyos resultados se escogerán además a los presidentes de las diputaciones.

Con una subida del 14% -unos 300.000 euros más-, la diputación coruñesa incrementó la cuantía de las facturas sin pagar, al pasar de los 2,1 millones de marzo a 2,4. Pero destaca el incremento del 40% registrado en la Diputación de Ourense, donde la deuda con los autónomos subió de los 3,3 millones de marzo a los 4,7 de abril. La otra cara de la moneda es Pontevedra, cuyo ente provincial logró reducir la cantidad sin pagar a los proveedores en un 30%, de 1,2 millones a 840.000 euros. La de Lugo es la diputación que más dinero debe a sus suministradores -casi ocho millones-, pero esta cifra es un 14% menos que los resultados de marzo.

A pesar de que A Coruña es la ciudad con más deudas, en cuanto a los días que tarda en pagar a sus proveedores ocupa el segundo puesto con 19,3, cinco más que los 14 de marzo. Le supera Ourense con 29 jornadas de media y rozando el límite de los 30 días que establece la Ley de Morosidad de Hacienda. El periodo de pago de facturas en Santiago aumentó en siete jornadas hasta los 15,8. La tendencia contraria se dio en Lugo, Pontevedra y Vigo con descensos entre uno y dos días. En Vigo, el Concello pagó a sus proveedores 11 días antes de que empezase a contar el plazo legal fijado por el departamento que dirige el ministro Cristóbal Montoro.

Las grandes ciudades gallegas pagan sus facturas antes de los 30 días pero entre las diputaciones todas cumplen el plazo salvo Ourense, cuya media es de 37,8 días, el doble de los 18,42 que tarda en pagar la Diputación de Lugo. La diputación coruñesa, pese a tardar cinco días más en abonar sus recibos que en marzo, no pasa de las seis jornadas, las mismas que en Pontevedra.

En cuanto a las comunidades, Galicia es la que peor balance presenta. En marzo pagó sus deudas con los proveedores en una media de 18,2 días frente a los 27,5 de abril. Con una variación del 51,3%, la comunidad gallega es la que más aumentó el plazo para abonar sus facturas empatada con Canarias. Cantabria y Extremadura tardan un 7,28% y un 4,4% más en saldar sus deudas, mientras que en el resto de autonomías el número de días se acortó en abril.