El alcalde de Miño, el ahora independiente Ricardo Sánchez Oroza, no se plantea dimitir y se ve con "legitimidad absoluta" para gobernar solo si no logra alcanzar un acuerdo con populares y socialistas. El regidor y único edil del gobierno, que fue investido con los seis votos del PP, intenta aparentar normalidad y resta importancia a las protestas vecinales, que proseguirán mañana con una nueva marcha bajo el lema Por la dignidad de Miño.

Ricardo Sánchez Oroza y su equipo daban el pasado miércoles por roto el acuerdo con el PP, al que culpan del fracaso de las negociaciones por pretender abarcar la mayor parte de las áreas de gobierno. El regidor ya había responsabilizado previamente a sus excompañeros socialistas de ser investido alcalde con solo 234 por abocarle a votarse a sí mismo al negarse a formar un gobierno de coalición.

El recién investido regidor se mostraba ayer sorprendido por la repercusión mediática del caso y restaba importancia a las dificultades de sacar adelante un gobierno él solo. "La mayor carga de trabajo la resuelven los funcionarios", incidía y añadía: "Yo quiero demostrar que se puede gestionar de otra forma". Tampoco le preocupa al alcalde los más que previsibles problemas para llegar a acuerdos. Pactar con 6 concejales es igual de complicado que pactar con uno, argumenta.

Optimista e impermeable a las críticas, Sánchez Oroza sacaba ayer pecho de gestión diaria en sendos comunicados de prensa para informar de las labores de desbroce en Costa Miño Golf y del inicio de la temporada de playas.

El PP guardaba ayer silencio. El exalcalde Jesús Veiga restaba el pasado miércoles importancia al comunicado de los ahora independientes. El popular dejó claras sus sospechas de que se trataba únicamente de una "medida de presión" y se mostraba contrario a dar más competencias al alcalde. "Él es uno y nosotros somos seis", incidía.

Según ha podido saber este diario, el PP de Miño mantuvo ayer un encuentro con responsables de la Ejecutiva provincial en A Coruña. Este diario intentó sin éxito contactar con Jesús Veiga para saber las medidas que prevé adoptar.

Los que sí hablaron fueron los socialistas. Su candidato y portavoz, Manuel Vázquez Faraldo, instó de nuevo al alcalde a dimitir. "Que dé un paso atrás si le queda algo de dignidad y siente algo de cariño por Miño", exige el líder del PSOE. Los socialistas, que lograron ser la lista más votada (a solo 66 papeletas de la mayoría absoluta), apelaron ayer a "la responsabilidad del PP para revertir la situación que ellos mismos generaron".

El PSOE pidió ayer a los concejales del PP que den marcha atrás y que faciliten la investidura de la lista más votada. Los socialistas dejaron claro que no pactarán con su excompañero de filas, al que recriminaron su "incoherencia": "Se negó a apoyar nuestra investidura porque no teníamos mayoría y nos faltaba estabilidad y ahora pretende gobernar él solo", criticaba ayer Vázquez Faraldo.