El precio del gasoil para la flota coruñesa continúa su escalada de los últimos meses y se encuentra ya en las cotas que en 2008 provocaron que los barcos amarrasen y se movilizasen para reclamar ayudas a las administraciones con el objetivo de paliar la subida del combustible. El gasóleo para los pesqueros alcanzó esta semana los 67,7 céntimos por litro, según los datos facilitados por la Asociación Provincial de Armadores de Buques de Pesca de A Coruña (Arpesco), una cotización superior a la que tenía en mayo de 2008 cuando comenzaron las protestas y amarres del sector. Entonces el gasoil costaba 60 céntimos por litro, lejos aún del máximo histórico marcado dos meses después, el 14 de julio de ese año, cuando alcanzó los 74,6 céntimos.

Actualmente, sin embargo, no existe la crispación que había en aquel momento y el sector está tranquilo. La explicación: que los precios del pescado son más altos que los registrados por entonces. "Las cotizaciones en lonja son mejores que en 2008, se trae mucho pescado y lleva bastantes semanas con buenos resultados", explica el presidente de Arpesco, Jesús Etchevers. Mientras, el secretario general de la asociación coruñesa de buques de arrastre PescaGalicia, Torcuato Teixeira, reconoce que la situación es similar a la de 2008 pero que es difícil movilizarse tras comprobar hace tres años que todas las protestas fueron "inútiles" para conseguir medidas extraordinarias de apoyo a la pesca. "Lo ideal sería tener ayudas, vía Instituto de Crédito Oficial (ICO), para estos casos y poder refinanciar parte de las deudas de las empresas. Trataremos con el nuevo Gobierno la creación de una línea de subvenciones para cuando haya dificultades por el combustible", señala el portavoz de la flota de arrastre.

En el último año el precio del gasóleo para la flota coruñesa subió un 34%, al pasar de 50,6 céntimos el litro a mediados de noviembre del año pasado a 67,7 esta semana.

"El incremento supone un gran problema para los arrastreros porque el combustible se lleva entre el 30 y el 35% de los costes de explotación. Peligra la rentabilidad al no poder repercutir los mayores costes del gasoil en los precios de venta por comercializarse el pescado en subasta pública", analiza Teixeira.

Etchevers también reconoce la importancia del carburante para la flota de Gran Sol: "Un arrastrero consume entre 3.000 y 4.000 litros diarios, lo que supone un gran desembolso en los 15 días que suele durar cada marea".

Para hacer frente a estos incrementos del gasoil, los armadores apuestan por mejorar las capturas, la comercialización y buscar modelos de gestión que favorezcan precios más altos por kilo de pescado obtenido. "El reparto de los cupos de pesca por modalidades y por barcos favorece una mejor planificación de la actividad y que el sector pueda coordinarse mejor para no capturar más de lo necesario para abastecer el mercado. Cuando se pesca sin control y la oferta es abundante los precios caen, con lo que la rentabilidad de las empresas se resiente", sentencia el portavoz de PescaGalicia.

Precios del petróleo

El sector, sin embargo, no entiende por qué las cotizaciones del gasóleo para la flota está alcanzando niveles tan altos. El petróleo, denuncian, está lejos aún de los valores que marcó en 2008. El crudo de Brent ronda ahora los 110 dólares por barril mientras que durante la huelga del sector llegó a superar los 140 dólares. "Al igual que muchas otras cosas que están ocurriendo en la economía, no se sabe muy bien a qué responde la subida pero todo indica a que hay intereses ocultos detrás y que la especulación está actuando", concluye Etchevers.

La crisis del combustible vivida por el sector pesquero en 2008 provocó que los expertos planteasen la necesidad de investigar e invertir en mejorar la eficiencia energética de los buques. Sin embargo, tres años después, la dependencia que la flota pesquera tiene del gasóleo sigue siendo prácticamente la misma.