Volver a coger los libros para finalizar los estudios que en su día se dejaron colgados o con el objetivo de ampliar la formación y tener más oportunidades a nivel laboral es un fenómeno que no deja de ganar adeptos entre los adultos gallegos. El número de matriculados en las enseñanzas para adultos de la Xunta -dirigido a mayores de 18 años- aumentó un 81% desde que se inició la crisis al pasar de los 16.818 alumnos en el curso 2008-09 a los 30.538 de este curso, según los datos de la Consellería de Educación. Eso sí, la evolución no ha sido similar en todas las etapas educativas: mientras la matrícula aumentó un 35% en Bachillerato y un 12,7% en alfabetización y ESO, se disparó un 292% en FP, debido en parte a que se amplió el número de centros que impartían ciclos para adultos en la comunidad.

Los estudios más demandados por quienes deciden retomar su formación una vez superada la mayoría de edad son los de Formación Profesional. Galicia cuenta con 14.035 matriculados en FP este curso, lo que supone prácticamente la mitad del alumnado de las enseñanzas para adultos. A Coruña es la provincia con más estudiantes en ciclos de este tipo -6.247, de los que el 63% opta por asistir a clases presenciales-, seguida de Pontevedra (4.927), Lugo (1.752) y Ourense (1.094). Tras la FP, la mayor parte de los adultos que vuelven a clase opta por sacarse el Bachillerato: 8.143. De nuevo A Coruña es la provincia con mayor número de alumnos y la mayoría -siete de cada diez- prefiere la vía semipresencial o a distancia.

Contar con el título de Secundaria -el equivalente al antiguo graduado escolar- es hoy básico para optar a cualquier puesto de trabajo. Por ello, cada año son miles los gallegos que se animal a volver a clase para titularse. Este curso hay 6.783 adultos matriculados en los cursos de ESO de la Xunta, más de 2.700 en la provincia de A Coruña. Al contrario de lo que ocurre en FP y Bachillerato, donde los adultos cursan las mismas materias que quienes estudian esta etapa por la vía ordinaria, en Secundaria, varía la distribución de los contenidos. Los cuatro cursos de la ESO convencional se comprimen en dos -uno por cada cuatrimestre- y en lugar de asignaturas, la materia se divide en tres bloques temáticos: el científico, el lingüístico y el social.

Algo similar ocurre en las clases de lo que se denomina Enseñanzas básicas para adultos, que se divide en dos niveles y que equivalen a tener una formación similar a Educación Primaria. Los alumnos de estas clases no tienen asignaturas definidas sino que aprenden la materia en un único bloque temático (con ciertas diferencias entre las lenguas, matemáticas o ciencias naturales). Hay dos etapas: alfabetización -clases destinadas a enseñar a leer y escribir principalmente- y consolidación de conocimientos instrumentales, en las que se dan contenidos propios del currículo de Educación Primaria.

Más de 1.300 adultos gallegos están matriculados en este tipo de enseñanzas: 810 en clases de alfabetización y 551 en consolidación de conocimientos. Pontevedra es la provincia con más alumnos inscritos en esta etapa educativa (622), seguida de A Coruña (482), Lugo (173) y Ourense (84). La provincia coruñesa va a contracorriente y es la única en la que hay más matriculados en el nivel II de enseñanzas básicas (264 alumnos este curso) que en el nivel de alfabetización (218).

Los datos de la Consellería de Educación revelan, además, que la gran mayoría de adultos que vuelve a estudiar en Galicia son gallegos. De los más de 30.000 matriculados este año en enseñanzas para adultos, sólo 1.901 (6,2%) tenían nacionalidad extranjera, cien más que el año anterior.

Desde el inicio de la crisis en el año 2008 los adultos que se animan a volver a coger los libros se han disparado al aumentar de forma progresiva todos los cursos. Desde entonces la matrícula ha crecido todos los años. En el último curso fueron 2.160 más los gallegos mayores de edad que se matricularon en alguna etapa formativa, lo que elevó el alumnado un 7% más.