Once años y tres meses de prisión y multa de tres millones de euros. Esta es la pena impuesta por la Audiencia Nacional al pontevedrés Antonio Yáñez Vázquez, natural de Crecente y vecino de O Porriño, considerado el mayor capo del tráfico de heroína en Galicia. Con él han sido condenados a 9 años y un día de cárcel y multa de 8.250.000 euros los hermanos Francisco Javier y Manuel Moro Rivero.

Los tres lograron huir de la Justicia y han sido juzgados casi siete años después que los otros 15 integrantes de la organización, desmantelada con la operación Carro y la Loghman, en la que se intervinieron casi 800 kilos de heroína ocultos en varios zulos en Toledo, donde también se guardaba un arsenal de armas, así como en varios vehículos y naves en Madrid. No son los únicos fugados, el capo portugués Pires Coelho, detenido en su país, también huyó de la Justicia.

Antonio Yáñez Vázquez, de 48 años, es un histórico del narcotráfico gallego. En el año 2000 fue condenado a 19 años de prisión en la operación Manzanal por el alijo de 1.152 kilos de cocaína intervenidos en 1996 a bordo del barco Martínez Álvarez con el clan arousano de Los Peques, pero se fugó antes de entrar en prisión. Desde entonces figuraba como uno de los delincuentes más buscados de España a nivel internacional y compartió prioridad en la lista de fugitivos más buscados con el doctor nazi Aribert Heim, buscado por el genocidio de un centenar de personas, entre ellos republicanos españoles, en el campo de concentración de Masuthausen (Austria).

Hace apenas dos años la Policía Nacional consiguió detenerle con documentación falsa en las inmediaciones del aeropuerto vigués de Peinador. El 10 de marzo de 2007 era detectado al volante de un potente BMW cuando se dirigía al alto de Puxeiros. Al ser interceptado por vehículos policiales camuflados, embistió a uno de ellos e intentó huir.

La causa contra el tráfico de heroína a gran escala por la que ha sido condenado ahora, una de las mayores realizadas en España, fue dirigida por el juez Baltasar Barzón en 1999. En la operación Carro se desmanteló el entramado financiero y de transporte de la organización liderada desde Turquía por Urfi Cetinkaya, que tenía ramificaciones en España, Portugal, Kurdistán, Venezuela, Irán y Holanda.

La heroína era enviada desde Turquía, a través de los Balcanes, a Holanda, desde donde se distribuía por toda Europa, y en particular a España y Portugal.

La sentencia de la Audiencia Nacional, hecha pública ayer, considera probado que Antonio Yáñez, junto a su hermano Ramón y su cuñado Juan Carlos Rodríguez Loureiro (condenados en el juicio que se celebró en 2004 por esta causa), formaban un grupo organizado para transportar sustancias estupefacientes con fines de comercialización.

Antonio Yáñez era quien "estaba en contacto con los suministradores de la droga a través del teléfono de Loghman Gohdsi, que ya fue condenado.

Los hermano Moro Rivero participaron en el traslado de droga y dinero entre Madrid y Galicia, según el fallo judicial que no es firme y contra el que cabe recurso.