La Universidad incorpora a dos investigadores en campos de Inteligencia Artificial y Química

Diego Álvarez y Roberto Brea se unen al Citic y al CICA gracias al programa de ayudas para la atracción y retención de talento convocado por la Xunta

Diego Álvarez y Roberto Brea.

Diego Álvarez y Roberto Brea. / LOC

Redacción

El Centro de Investigación TIC (Citic) y el Centro de Investigaciones Científicas Avanzadas (CICA) de la Universidade da Coruña acaban de incorporar a los investigadores Diego Álvarez Estévez y Roberto Javier Brea Fernández en el marco de ayudas para la atracción y retención de talento investigador en la categoría de personal investigador distinguido en las universidades del Sistema Universitario de Galicia, convocadas por la Xunta.

El investigador Diego Álvarez se integró recientemente en el área de Inteligencia Artificial del Citic, para desarrollar modelos de aprendizaje automático generalizables y robustos en el contexto de múltiples fuentes de datos independientes. Procedente del Haaglanden Medisch Centrum (HMC) de Países Bajos, donde desempeñó el cargo de ingeniero jefe en el departamento de sueño y neurofisiología clínica, continuará ahora desarrollando su línea investigadora en el Citic en el campo de la Inteligencia Artificial aplicada. En el HMC tuvo la oportunidad de aplicar el conocimiento conseguido durante el desarrollo de su tesis doctoral, consiguiendo hacer más eficiente el diagnóstico de los desordenes del sueño, facilitando al equipo médico una información interpretada, lo que reduce considerablemente el tiempo de valoración y aumenta la fiabilidad del diagnóstico.

El investigador Roberto Brea se unió al CICA en julio para empezar su propio grupo de investigación denominado Biomemchem, por el término inglés Biomimetic Membrane Chemistry (química de membrana biomimética). Durante su formación como doctor en Química en la Universidade de Santiago, pudo profundizar en el estudio de la Nanociencia, el área científica que marcó sus líneas de trabajo hasta ahora. Como investigador postdoctoral pasó la mayo parte de su tiempo en la Universidad de California de San Diego, donde recibió una prestigiosa beca de investigación gracias a la cual se especializó en la construcción de células sintéticas funcionales. Estas estructuras presentan importantes aplicaciones en el estudio del origen de la vida, la fabricación de biorreactores, el transporte de fármacos a zonas concretas del organismo y el diseño de agentes terapéuticos. Su grupo de investigación se centra en la síntesis de lípidos para la generación de células artificiales.