El Archivo municipal, en situación de “total colapso” y sin alternativa de ubicación

Sus responsables piden que el Concello habilite un local para que el archivo pueda instalarse “en condiciones de dignidad” | Recuerdan que custodian documentos de gran valor para la ciudad que se remontan al siglo XIII

Fachada de la sala Salvador de Madariaga, donde se ubica actualmente el Archivo. |   // LOC

Fachada de la sala Salvador de Madariaga, donde se ubica actualmente el Archivo. | // LOC / Marta Otero mayán

La situación de los equipamientos culturales de la ciudad deja mucho que desear, a tenor del diagnóstico de sus propios responsables. Si en la memoria de gestión del servicio municipal de Bibliotecas constan las quejas por la falta de espacio del que adolece la red y también de las deficiencias que sufren las instalaciones, como humedades y filtraciones de agua, el estado del Archivo Municipal no mejora el análisis. Así lo dejan constar sus trabajadores en su respectiva memoria de actividades, que han definido como “situación de total colapso” las condiciones en las que se encuentran sus instalaciones, y, por extensión, los documentos que custodian, algunos de más de 800 años de antigüedad. Actualmente esos fondos se encuentran en Durán Loriga, pero urgen a encontrar un lugar más seguro pues esas instalaciones, muy reducidas, son además de madera, lo que pone en peligro la integridad del conjunto documental. El personal lamenta que los esfuerzos efectuados en materia de organización, descripción y difusión de los fondos conservados “no se han visto compensados con mejoras en la capacidad del espacio ni en las instalaciones”.

Un patrimonio que los trabajadores del archivo, relatan, se afanan en conservar, divulgar y clasificar, tarea para la que, lamentan, no han encontrado el espaldarazo de la administración competente, el Concello, a quien demandan que “adecue unos locales o espacios donde pueda instalarse su archivo con las condiciones de dignidad, seguridad y conservación” para llevar a cabo la tarea de conservación y difusión de los documentos. Señalan, además, que la documentación de los últimos 60 años está en el archivo administrativo, “cuando únicamente debería corresponder a los últimos 25 años”, critican. Aseguran que los proyectos del Archivo están condicionados por la búsqueda de un nuevo espacio para albergar sus fondos, una tarea pendiente desde hace años.

En sus primeros meses de Gobierno, en 2019, la actual concejalía de Educación desveló que se encontraba buscando un nuevo emplazamiento para los documentos. En su momento, el concejal Chero Celemín anunció su intención de mover el servicio al Gobierno Militar, en la Ciudad Vieja, y de abrir el archivo a visitas públicas para dar a conocer a la ciudadanía la riqueza de sus fondos. El Gobierno Militar, que actualmente alberga el centro cívico del barrio y cuenta con muchos metros cuadrados sin actividad (ya se ha licitado su reforma para otros usos) no resultó ser la localización más idónea según lo recogido en dos informes técnicos, fechados en 2010 y 2017, que advirtieron de deficiencias en vigas y pilares. Existe, además, según el documento, un número “significativo” de vigas con niveles de seguridad “totalmente insuficientes”, advierte, por lo que si se conservara la estructura deberían reforzarse casi todas ellas, máxime si la intención es cargarlas con los documentos del archivo.

El servicio custodia el fondo histórico documental del Concello, con fondos datados de hace más de 800 años, y gestiona además otros procedentes de instituciones y entidades públicas o personas consideradas de interés para A Coruña y Galicia. Un total de 72 conjuntos documentales que se remontan al siglo XIII. Más de 11.000 unidades de instalación cuyos responsables urgen reubicar. Acusan al Concello de “incumplir las obligaciones legales” que tiene con el Archivo, y aportan como ejemplo no solo el mal estado del local en el que se ubica, sino las deficiencias del personal. Denuncian una “ grave situación de falta de personal” y “carencia de técnicos”, pues la plantilla se redujo de ocho a seis personas, lo que obliga a aumentar el “esfuerzo” de los trabajadores por mantener la calidad del servicio dispensado. Lamentan que las deficiencias de espacio impiden nuevas incorporaciones de documentos. “El Archivo necesita personal técnico, n hay archivo sin archiveros, por lo que no se producen transferencias regulares ni normalizadas de documentos”, señalan.

Bibliotecas con goteras y un instituto sin director

Su queja se une a la de los responsables de las Bibliotecas municipales, que ponen el foco, en su memoria de gestión, en que las instalaciones “presentan muchas limitaciones” a la hora de diseñar “nuevos servicios basados en las tecnologías, en el aprendizaje compartido en los laboratorios ciudadanos y en la mayor implicación y participación de la comunidad”, que son tendencias que las bibliotecas ya llevan tiempo implantando en otros lugares y que requieren de espacios y equipos específicos para ser desarrolladas.

Este informe del estado de las bibliotecas durante el año pasado urge a solucionar los “continuos” problemas de humedades y de filtraciones en las bibliotecas del Fórum Metropolitano, Os Rosales y O Castrillón y también a realizar “lo antes posible las intervenciones precisas para facilitar la comunicación y accesibilidad entre los dos pisos de la biblioteca de Os Rosales”.

El Instituto Cornide de estudios coruñeses, ubicado, de igual modo que el Archivo Municipal, en la sala municipal Salvador de Madariaga, permanece sin director desde 2020, tras la renuncia de el científico y divulgador Xosé Antón Fraga, que dejó el cargo después de cumplir tres años y medio de mandato. Marea Atlántica, el BNG y el propio exdirector han criticado en diversas ocasiones el hecho de que el puesto continúe vacío. El Gobierno local, en respuesta a una pregunta formulada en pleno del mes pasado por Marea Atlántica, informó de que la vacante se cubrirá “en cuanto sea posible”, y que si esta permanece vacía es “por diversas razones, ninguna de ellas imputable al Concello”. El Gobierno local aseguró entonces que, a pesar de esto, “la entidad está funcionando con total normalidad”.

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