La Opinión de A Coruña

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Concello y Consorcio apelan a la eficacia de la recogida de basura para evitar otro contenedor

El informe elaborado para que Transición Ecológica autorice la continuidad del sistema vigente alerta de la bajada de ingresos de Ecoembes al recoger los envases por separado | También obligaría a modificar la retirada de residuos

Contenedores de residuos de los cuatro tipos del modelo de recogida coruñés. Víctor Echave

La implantación de un quinto contenedor de residuos —destinado en exclusiva a la recogida de envases de plástico— tendría consecuencias negativas para el Concello de A Coruña y el Consorcio As Mariñas, según figura en el informe encargado por ambos organismos para solicitar al Ministerio de Transición Ecológica que admita la excepcionalidad del modelo coruñés al aplicar la ley que obliga a instalar ese tipo de recipientes.

La elaboración del informe fue acordada por la alcaldesa, Inés Rey, y el presidente del Consorcio, José Antonio Santiso —quienes ya disponen del mismo— durante la entrevista que mantuvieron después de que el organismo metropolitano fuese informado de la exigencia del Gobierno de que se separen los envases del resto de residuos. El documento destaca la eficiencia del sistema utilizado en la ciudad y el área metropolitana para el tratamiento de los residuos, que considera superior a la de otros que ya separan los envases de plástico del resto de desechos inorgánicos, así como que es el empleado también en Córdoba, los municipios del área metropolitana de Barcelona, los de O Barbanza y la mancomunidad navarra de Montejurra.

El quinto contenedor tendría en A Coruña repercusiones perjudiciales en el terreno económico, ambiental, laboral y urbanístico, según el informe encargado a una consultora especializada, ya que Concello y Consorcio deberían efectuar una fuerte inversión para adquirir los recipientes y buscar una solución para el problema en el que se convertiría la recogida de la basura, ya que los camiones actuales —que además acaban de ser adquiridos— solo cuentan con dos compartimentos en los que se separan los residuos orgánicos e inorgánicos.

La alternativa sería comprar nuevos vehículos, lo que implicaría un considerable gasto, o incrementar las rutas de los disponibles. Una tercera vía sería dedicar a la recogida de los envases los camiones de carga lateral para papel y vidrio, aunque no pueden acceder a todas las calles del casco histórico. En el campo laboral también habría consecuencias, ya que la plantilla de la planta de tratamiento de Nostián cobra ahora un plus por la separación de los envases y tendría que ser compensada si se implanta el nuevo contenedor.

Pero uno de los aspectos más preocupantes es que Ecoembes, la entidad que agrupa a los fabricantes de envases, reduciría de forma notable la aportación económica que efectúa a A Coruña en el caso de que instale el quinto contenedor, ya que haría un menor esfuerzo para separar estos residuos. La caída de esos ingresos tendría un fuerte impacto para el Concello, que calcula que la gestión de los rechazos generados en la planta de Nostián tendrá un coste en torno a los 50 millones de euros durante los 17 años que durará la nueva concesión de esa instalación.

Además del aumento de emisiones contaminantes que supondría la realización de más viajes por los camiones de recogida, otro perjuicio ambiental sería la generación de dióxido de carbono que implicaría la fabricación de los contenedores. Estos además reducirían el espacio para estacionar en las calles de la ciudad y obligarían a la ciudadanía a aprender a separar los envases del resto de residuos, ya que no todos los plásticos pueden ser arrojados en el contenedor destinado a ellos.

Sobre este argumento se señala en el documento que el modelo empleado en el área coruñesa está ampliamente aceptado por la ciudadanía debido a que lleva una veintena de años en funcionamiento y que además alcanza niveles de recuperación de residuos que cumplen las exigencias europeas. La instalación de un contenedor en exclusiva para los residuos no evita además que se viertan en ellos desechos de forma incorrecta, por lo que el volumen de rechazos no tiene por qué disminuir.

El informe admite la existencia de problemas en el modelo coruñés, como la elaboración de compost y la gestión de los desechos que no pueden tratarse. Para corregirlos se propone mejorar la eficiencia de las instalaciones de Nostián, actuación que ya está prevista en la próxima concesión de la planta.

También están proyectadas mejoras como la recogida de basura puerta a puerta en algunos puntos, instalación de contenedores para materia orgánica con acceso restringido en municipios de la comarca, una mayor recogida directa en locales de hostelería y en los grandes generadores de residuos del área metropolitana.

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