La demanda de plazas de garaje aumenta en A Coruña por las peatonalizaciones y el tráfico desde la comarca

Mantienen su atractivo para grandes y pequeños inversores, pero las empresas del sector advierten de que el mercado coruñés en muy reducido

Empresarios e inmobiliarias discrepan sobre su rentabilidad

Interior de un aparcamiento subterráneo de A Coruña. |   // CARLOS PARDELLAS

Interior de un aparcamiento subterráneo de A Coruña. | // CARLOS PARDELLAS

La política de peatonalizaciones de calles puesta en marcha en los últimos años en A Coruña y el gran volumen de vehículos que entran en la ciudad a diario procedente del área metropolitana tienen una consecuencia directa sobre el mercado de las plazas de garaje, tanto a pequeña como a gran escala. “Demanda siempre la hubo, y va a ser mayor la demanda a consecuencia de la supresión de plazas de aparcamiento en la calle por peatonalizaciones”, afirma José Ángel Soto, presidente de la Asociación de Empresarios de Garajes y Aparcamientos de la provincia de A Coruña, para quien el volumen de vehículos, un parque móvil que circulan por la ciudad es “muy superior a la capacidad de los aparcamientos”.

“No vamos a tener capacidad para absorber el tráfico que viene de fuera”, considera sobre la disponibilidad de plazas en los garajes y aparcamientos de A Coruña, al tiempo que alerta de que la demanda se extiende también a los turistas que llegan en verano. “En los últimos años empezamos a tener mucha demanda de gente que viene a disfrutar las vacaciones aquí y que reservan previamente garaje para esos días. En algún caso me ha pasado que me han dicho que si no tenían garaje donde aparcar el coche, no venían”, destaca Soto.

“Hay que tener en cuenta que las calles peatonales tienen su contrapartida en que la gente necesita moverse en coche para acceder sobre todo a la zona centro”, advierte Patricia Vérez, presidenta del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, quien recuerda que este colectivo solicitó que “se habilitasen espacios en el puerto para crear aparcamientos disuasorios”, aunque esta medida todavía no se ha puesto en marcha.

Vérez señala además sobre la demanda “no es solo la gente que vive en el centro la que alquila plazas de garaje, sino también la que viene a trabajar de fuera que se desplaza todos los días a trabajar, porque no se puede estar pendiente de aparcar”. Otro de los factores que agravan el problema del aparcamiento es, para la presidenta de los agentes inmobiliarios, el generado por las llamadas terrazas COVID, ya que han sido positivas para los hosteleros pero que, en su opinión, en calles como la de San Juan “es imposible aparcar porque ocupan muchas plazas de garaje y los vecinos no tienen dónde dejar sus coches en la calle”.

La elevada demanda de las plazas de garaje tiene su repercusión en el sector inversor. Soto reconoce que siempre existió interés por este mercado, tanto de plazas sueltas como de garajes completos, por parte de pequeños inversores, empresas y fondos de inversión, pero en su opinión el problema de A Coruña es que “no hay oferta” ante la escasez de suelo libre en la ciudad, donde casi todas las plazas públicas del centro tienen un aparcamiento en el subsuelo y en la periferia apenas quedan espacios en los que construirlos.

El presidente de los empresarios de este sector llama la atención además sobre la alta rentabilidad que algunos atribuyen a estas instalaciones en comparación con las de las viviendas. “El coste de compra de una plaza es mucho menor, pero la amortización es a muy largo plazo, aparte de que no cuentan que las plazas tienen gastos de comunidad, impuestos, el vado, basura, la contribución... y al final esas rentabilidades que están dando a entender son una mentira”, considera Soto.

Patricia Vérez tiene una opinión diferente, ya que entiende que los inversores “ven ahí una fuente de ingresos a través de los alquileres porque son bastante elevados y, en vez de comprar una vivienda, que tiene unos problemas añadidos, algunos deciden emplear su dinero en las plazas de garaje, que son más seguras”, aunque apunta que también lo hacen en las viviendas turísticas. Aunque son muchas las personas que condicionan la compra de una vivienda a que cuente con una plaza de Galicia, la presidenta del colegio reconoce que eso “encarece bastante” la adquisición y que este requisito “depende de las necesidades de las personas” porque hay mayores que no las necesitan y quienes se desplazan en coche a trabajar o llevar los hijos al colegio la consideran indispensable.

Los empresarios de los garajes llaman la atención de la “competencia desleal” de quienes compran varias plazas de garaje y las alquilan sin cumplir las mismas obligaciones que las empresas. “Tienen que emitir facturas a los clientes, declarar el IVA e incluirlo en su declaración de la renta, así como tener un seguro”, afirma Soto, quien recuerda que para efectuar esos trámites no es necesario constituir una sociedad. Advierte del problema que surge cuando sucede un caso como el incendio del aparcamiento de Os Mallos, donde particulares alquilaban plazas de la concesión a otras personas.

De 70 euros en la Sagrada Familia a 180 en el centro

“La tendencia es una subida de precios en el mundo del garaje y cada día va a ser superior”, afirma Ángel Soto, mientras que patricia Vérez considera que en A Coruña “los precios son bastante elevados. Para el presidente de los empresarios de garajes el barrio en el que se pueden encontrar plazas de garaje más baratas en régimen de alquiler es la Sagrada Familia, donde afirma que se ofertan a partir de 70 euros en los garajes más antiguos, mientras que en el resto suben a 80 y 90. La zona centro es lógicamente la más cara y ahí los precios se disparan a una franja entre los 120 y los 180 euros, siempre con el 21% del IVA, según aclara el presidente de la Asociación de Empresarios de garajes y Aparcamientos. Las diferencias de precios entre unas instalaciones y otras en una misma zona se explica por el tamaño de las plazas y la comodidad de los accesos, ya que señala que en los garajes más antiguos es difícil estacionar los vehículos modernos debido a su mayor anchura. En el entorno de la Ciudad Vieja, donde las plazas son muy escasas y está prohibido circular a los no residentes, también los precios son altos, ya que Soto los sitúa entre los 100 y los 150 euros mensuales. Pero, además, Monte Alto también es un barrio con unos precios elevados debido a que muchos de los edificios construidos en las décadas pasadas carecen de garaje y que el aparcamiento público situado bajo el mercado está cerrado, por lo que este empresario calcula que las plazas se alquilan entre los 90 y los 110 euros.

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