La Inteligencia Artificial se alía con el profesorado

Investigadores de la Universidade da Coruña crean un tutor de programación inteligente que guía al alumno para que aprenda a su ritmo y que ya han probado en un instituto

Alumnos de primero de Bachillerato del IES Sofía Casanova de Ferrol en plena clase con el ProgTutor.   | // LOC

Alumnos de primero de Bachillerato del IES Sofía Casanova de Ferrol en plena clase con el ProgTutor. | // LOC

Susana López Carbia

La inteligencia artificial ha llegado a las aulas para quedarse. Frente a los que ven en ella un peligro, son muchas las voces que defienden las extraordinarias potencialidades de la IA para mejorar la calidad de la enseñanza. Se trata, eso sí, de promover un uso ético de las tecnologías generativas que se alíen con el profesorado y faciliten su labor, a la vez que ayudan al alumno no a copiar sus trabajos —aunque también sea una de las posibilidades que ofrecen—, sino a asimilar a su propio ritmo los contenidos que deben aprender.

¿Es ciencia ficción que sea la enseñanza la que se adapte al alumno y no a revés? En absoluto. Los catedráticos de la Universidade da Coruña (UDC) Francisco Bellas y Óscar Fontenla, junto con su equipo del Centro de Investigación TIC (Citic), se han puesto manos a la obra para mostrar cómo la IA puede revolucionar la enseñanza. En los últimos meses han desarrollado un proyecto pionero en Galicia, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, que ayuda a los docentes a dar sus clases en función de cómo los alumnos asimilan los conocimientos que se imparten.

La herramienta, denominada ProgTutor, funciona como un tutor inteligente que va guiando a los estudiantes paso a paso y supervisando cómo resuelven cada problema que se les presenta. “El sistema recopila datos sobre qué aprende el alumno, cuánto tiempo tarda en hacer una tarea, dónde se para más o qué errores comete, y, en base a eso, va adaptando la complejidad de los contenidos”, explica Francisco Bellas. Se trata, en definitiva, como apunta el catedrático de la UDC, de buscar una enseñanza “más personalizada”.

Los primeros en testar el ProgTutor han sido los alumnos de primero de Bachillerato del instituto de Secundaria Sofía Casanova de Ferrol, 37 estudiantes que cursaron TIC, una de las materias optativas que ofrece el centro.

“Estuvimos encantados. La experiencia ha sido muy positiva y a los alumnos les ha gustado probar algo nuevo”, señala la profesora Eva Leira, que imparte la asignatura. “Ya habíamos hecho cosas que tenían que ver con la IA, pero nada como esto”, apunta con entusiasmo.

Cada estudiante trabaja con el tutor inteligente en su propio equipo y va avanzando a su ritmo, algo que, para la docente, supone una gran ventaja porque “no todos tienen las mismas inquietudes ni los mismos conocimientos”. Los alumnos van programando un robot y pueden comprobar en un simulador si lo que hacen funciona o no. “El hecho de tener ese feedback es muy positivo para ellos”, sostiene la profesora, que, tras 25 años dando clases, tiene claro que los docentes deben estar en “continuo aprendizaje”.

Después de trabajar con el ProgTutor durante el curso que acaba de finalizar, Leira defiende que este tipo de herramientas también son “de gran ayuda” para el profesorado. “Nos permite tener un mayor control de cómo va la clase, porque podemos ver qué dificultades tiene cada alumno”, explica.

De hecho, ese mayor nivel de conocimiento de cómo evoluciona la clase es, como indica Francisco Bellas, uno de los aspectos más positivos del ProgTutor. “Puedes liberar al profesor de ciertas tareas repetitivas que ya hace la herramienta, como asignar ejercicios diferentes a los alumnos, algo que es fácil cuando en el aula tienes 10 estudiantes, pero menos cuando son 28”, subraya.

“Potencia el trabajo docente”

Con la ayuda de este sistema de tutorización inteligente, explica el investigador, el docente puede centrarse en los casos en los que el rendimiento es peor. “A los que van bien la herramienta los guía y para los que no van tan bien está el profesor, que puede ir a ver qué está ocurriendo”, detalla Bellas, convencido de que esta personalización del aprendizaje aumenta la calidad de la enseñanza: “No todos en un aula tienen que avanzar al mismo ritmo y este sistema potencia el trabajo del docente”.

En esta primera fase del proyecto ProgTutor, los investigadores han podido comprobar cómo funcionaba la herramienta y han ido corrigiendo los problemas que detectaban en el aula del IES Sofía Casanova. Ahora, el equipo de Bellas y Fontenla aprovechará el verano para analizar los datos recogidos a fin de mejorar el sistema, de manera que, a partir de septiembre, los institutos que lo deseen puedan probar también este tutor inteligente.

Para esta primera experiencia, los creadores del ProgTutor se han centrado en la programación de ordenadores, un contenido cada vez más habitual en los centros de secundaria, pero de cara al futuro el sistema podría emplearse también en Matemáticas, Biología o Lengua. “Ya existen herramientas para esas materias, pero son de pago”, apunta Bellas. No es el caso del ProgTutor, que se podrá utilizar de manera gratuita. “Una vez que esté listo, quedará disponible en la página web del proyecto y cualquier persona podrá descargarlo y utilizarlo libremente”, concluye.

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