Medio siglo de historia viva comercial de Oza

El bazar Lamazares celebra sus 50 años abierto con globos y pinchos para sus clientes: “Está igual que cuando abrió”

Teresa Lamazares, junto a sus padres, fundadores del bazar, frente a su establecimiento de la avenida de Oza.   | // CARLOS PARDELLAS

Teresa Lamazares, junto a sus padres, fundadores del bazar, frente a su establecimiento de la avenida de Oza. | // CARLOS PARDELLAS

Cuando abrieron, la calle todavía se llamaba General Sanjurjo. Desde hace muchos años ya es avenida de Oza. Muchos son los cambios que ha habido en el barrio, pero el bazar Lamazares ha sabido adaptarse y sobrevivir a todos ellos. Lo han hecho con recetas simples. Hoy lo celebran. “El secreto es ser serios y que el cliente pueda confiar en ti”, cuenta su actual responsable, Teresa Lamazares, que ha pasado media vida entre sus paredes. Desde hace 22 años, es ella quien lleva el timón “Llevo aquí desde los ocho años”, cuenta.

El comercio lo fundaron sus padres, que emigraron a París y luego retornaron a A Coruña para echar raíces en 1974. Como muchos hijos de comerciantes, varios momentos de la infancia de Teresa transcurrieron a ambos lados del mostrador del negocio, que comenzó como droguería y bazar pero que con los años se fue especializando en menaje, pequeño electrodoméstico y arreglos de flores artificiales. Por lo demás, y excluyendo algunas reformas puntuales, permanece congelado en aquellos 70 que le vieron abrir sus puertas. “El local sigue exactamente igual que cuando se abrió, manteniendo esa esencia de comercio de barrio de los setenta. Se cambió la pintura y los mostradores, pero por lo demás sigue igual”, cuenta ella. No han sido muchos los que han igualado su gesta: en pleno declive del comercio local en favor de franquicias o grandes superficies, el bazar Lamazares celebra sus resistencia.

Lo hace junto a sus clientes más fieles, que han sido, asegura Teresa, los que lo han mantenido vivo durante tantos años. Ahora, asegura, y pese a la tendencia al cierre que han sufrido otros inquilinos del barrio, su dueña percibe que los negocios de proximidad viven una segunda juventud. “Siempre he tenido una clientela muy buena. Tenemos padres, hijos, abuelos, nietos... la gente está volviendo al comercio de barrio. La respuesta es muy buena, también de gente de fuera de A Coruña”, cuenta. La garantía que ofrecen los negocios de toda la vida y el boca a boca han sido responsables de que la clientela vaya renovándose sola. “Es lo típico de los barrios, el ‘vete a Lamazares, que seguro que lo tiene”, refiere.

A lo largo de esta semana, el local estará engalanado con globos para conmemorar el aniversario, y sus clientes podrán disfrutar de pinchos, vino y champán y algunos regalos con los que Teresa Lamazares quiere agradecerles su impulso a la hora de mantener activo el bazar. A fin de cuentas, sin compradores no hay comercios. “Solo puedo desear que la gente siga contando con el comercio de proximidad, que es lo que mantiene vivo el barrio”.

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