“No todos los migrantes vienen a hacer cosas malas”

Ángel de la Cruz estrena el corto ‘Marola’, una iniciativa de Vicente Bellón para luchar contra los prejuicios sociales sobre los jóvenes migrantes, en la que ellos participan

Los participantes en el proyecto de ‘Marola’, con Radonane y Djilali agachados a la derecha, en el Colegio de Abogados.   | // G. BARREIROS/ROLLER AGENCIA

Los participantes en el proyecto de ‘Marola’, con Radonane y Djilali agachados a la derecha, en el Colegio de Abogados. | // G. BARREIROS/ROLLER AGENCIA

“No me gusta y me enfado, pero hay que seguir adelante”, explicaba ayer Djilali Kiaida, uno de los jóvenes que participan en el cortometraje Marola, dirigido por Ángel de la Cruz y que se estrenó en el Colegio de Abogados, sobre los comentarios de quienes acusan a los migrantes de venir a España a robar o a quitar el trabajo a los nacionales. “No todos vienen aquí a hacer cosas malas, es verdad que algunos vienen a hacer tonterías, pero no todos”, destacó Djilali, quien añadió que él esta trabajando en A Coruña y que “hay muchos compañeros que vinieron aquí a mejorar su vida”.

Marola nació por iniciativa de Vicente Bellón, que en su día impulsó el club de fútbol que lleva ese nombre para integrar en la sociedad a jóvenes con dificultades y ahora trata de difundir el mensaje de que quienes llegan a España en busca de una vida mejor no deben ser prejuzgados de antemano. “No hacía cortos desde hace treinta años, pero a Vicente era imposible decirlo que no”, comentó Ángel de la Cruz sobre cómo se animó a dirigir esta obra, en la que los actores, todos aficionados, no trabajaron con guion, sino que improvisaron. “Todo lo que no experimenté de joven lo estoy haciendo ahora”, dijo el director sobre esta cuestión.

“Aunque la historia es de ficción, todo es auténtico”, advirtió De la Cruz, para quien el objetivo del corto es que quien lo vea “se sensibilice y no prejuzgue”. Vicente Bellón refirió que se decantó por el cine para trabajar con los jóvenes porque fracasó con su intentó de crear un club de lectura y que los participantes en esta actividad están entusiasmados.

Así lo corroboraron Djilali y su compañero Radonane Bousnia, quienes destacaron la experiencia que supuso para ellos participar en esta película y la ayuda que supuso el fútbol para su integración. “Hacer deporte es mucho mejor que estar en la calle”, dijo Djilali, ya que le permite conocer a muchos amigos, mientras que para Radonane “el deporte es importante”.

“Vicente es nuestro padre”

Ambos llegaron a España solos y cuando aún eran menores de edad, por lo que carecían de apoyo social. “No tenemos familia aquí pero vivimos como hermanos y Vicente es nuestro padre”, afirmaron los dos jóvenes, quienes reconocieron que estar aquí sin sus familias es “durísimo, pero hay que buscarse la vida porque no queremos estar parados”.

En Marola se expone la injusticia que suponen para los jóvenes migrantes las ideas preconcebidas que se tienen sobre ellos, como que todos ellos son delincuentes, cuando la finalidad de su llegada a España es únicamente la de intentar llevar una vida mejor que en sus países de procedencia.

De la Cruz bromeó al recordar que aunque el corto aún se estaba presentando, Bellón ya tenía en mente el rodaje de un largo y este explicó que pretende implicar en su creación a personas mayores. El decano del Colegio de Abogados, Augusto Pérez-Cepeda, también manifestó su admiración por la vitalidad de Bellón a la hora de poner en marcha sus proyectos, así como por la valentía de los jóvenes al ponerse delante de las cámaras.

“No es un cortometraje más”, puso de relieve por su parte Jacobo Rey, director xeral de Familia e Infancia de la Consellería de Política Social, quien justificó el apoyo de la Xunta a este proyecto porque la propuesta que se presentó “iba a ser útil y productiva”, ya que su objetivo es difundir en la sociedad el mensaje de “la importancia de no estigmatizar y de dar segundas oportunidades”.

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