Entrevista | Rob Bredow Vicepresidente de Lucasfilm, premio especial 2024 de Mundos Digitales

“Cuando vi ‘El Imperio Contraataca’ empecé a ser consciente de cómo se hacen las películas”

“Se me puso la piel de gallina al ver por primera vez el tráiler del Episodio VII”

Rob Bredow, ayer, en Mundos Digitales.

Rob Bredow, ayer, en Mundos Digitales. / LOC

Daniel Abelenda Lado

Daniel Abelenda Lado

Rob Bredow es uno de los pesos pesados en la última década de una saga legendaria como Star Wars. El vicepresidente de Lucasfilm ha participado en la producción de los efectos especiales de las películas que han visto la luz bajo el paraguas de Disney y trabaja en llevar un paso más allá el universo galáctico de la franquicia. También ha trabajado en la última entrega de Indiana Jones, en la que rejuveneció a Harrison Ford. Este sábado por la tarde (19.00 horas) charla sobre su trayectoria en Palexco con motivo del cierre de Mundos Digitales, que le ha galardonado con el premio especial de esta edición.

Empezó a trabajar en Star Wars justo al inicio de la tercera trilogía, ya con Disney. ¿Cómo se sintió al formar parte del regreso de una saga tan emblemática?

Soy muy afortunado porque me invitaron a formar parte del equipo hace diez años y trabajar con gente tan talentosa. Cuando entras a trabajar en Star Wars sabes que vas a colaborar con los mejores directores, los mejores actores y los mejores efectos especiales. Formar parte de esto es un honor y he tenido la oportunidad de aprender de gente muy buena.

Coincidió con un momento muy especial para el estudio, el comienzo de una nueva era.

En mis primeras semanas en el estudio tuvimos el tráiler del Episodio VII, cuando Harrison Ford sale del Halcón Milenario y dice “Chewie, estamos en casa”. Se me puso la piel de gallina viéndolo con todos en el estudio, antes de que se hiciese público. Ahí me di cuenta de que estábamos haciendo algo muy divertido.

¿Era fan de la saga cuando era pequeño?

Sí, yo crecí con Star Wars. Cuando vi El Imperio Contraataca empecé a ser consciente de cómo se hacen las películas. O, al menos, entendí la gente que había detrás haciendo estas películas. Nunca hubiese soñado que estaría trabajando en estas mismas películas tantos años después.

¿Cuál es su película favorita?

Tiene que ser el Episodio V: El Imperio Contraataca por el guion, la actuación y la importancia en la serie. Está entre mis tres películas favoritas de todos los tiempos.

¿Y el mejor personaje?

Me quedo con Harrison Ford y su Han Solo. Es insuperable.

Usted se dedica a los efectos especiales, un aspecto en el que Lucasfilm ha sido un referente desde hace casi 50 años. ¿Siente esa herencia a la hora de trabajar?

Aunque las pistolas láser y los sables de luz están inspirados en las mismas imágenes de las películas originales, hoy en día estamos capacitados para utilizar técnicas mucho más sofisticadas. Por ejemplo, los sables láser se iluminan en el set cuando se rueda. Se encienden en escena y destellan al chocar entre ellos en una batalla, de forma que iluminan las caras de los actores de una forma muy dramática. Esto hace que sea muy divertido tomar esas fotografías. Hace 30 años no había esta tecnología, no había forma de monitorizarla y hacerla ver igual que ahora en el rodaje. Por encima de eso, los efectos artísticos permiten añadir detalles en los brillos y las demás técnicas que usamos. Aunque el resultado en la película es muy similar, realmente luce mucho mejor que en las originales por el avance de las técnicas.

¿Le permite reconocer el mérito que tenía hacer aquellos efectos con la tecnología de la que se disponía entonces?

Sí, esto hace que sea aún más impresionante revisar esas películas de los años 70 y 80. Sus espadas láser eran cinta retrorreflectora a la que apuntaban con una luz para que los artistas tuviesen algo que rastrear y, luego, reemplazarla por el brillo que se ve en la película. Tengo un montón de respeto por las grandes elecciones que tomaron.

Incluso personajes monstruosos como Jabba el Hutt parecían imposibles de recrear.

Exacto. Y se las ingeniaron para construir una marioneta con cinco personas dentro.

Ha participado en el desarrollo un proyecto de realidad virtual en el planeta Tatooine. ¿Es esa experiencia, entre el cine y los videojuegos, la siguiente etapa que asentar en el sector audiovisual?

Imagina que podemos coger nuestra experiencia actual, que es ver una película, y hacer que se base más en vivirla. Sentirte dentro de estos mundos en primera persona. Nuestro equipo de realidad inmersiva está ahora centrado en descubrir qué tipo de historias son las que mejor se adaptan a este formato. Trials of Tatooine fue la primera oportunidad que tuvimos de trabajar con esto.

Quizá dentro del mundo de Star Wars, los espectadores podrían demostrar más precisión con las pistolas láser que la que demuestran los personajes en las películas.

Sí, definitivamente (se ríe). Es una de las cosas graciosas de Star Wars, la falta de puntería. También hay mucho humor sobre ello en The Mandalorian. En Trials of Tatooine nos centramos en el sable de luz y en bloquear los disparos de los blásters que recibes. Resulta realmente satisfactorio.

Trabajó en otros proyectos con Harrison Ford, como la última película de Indiana Jones. ¿Cómo logró rejuvenecerlo?

Fue un gran desafío para todo el equipo. Pudimos apoyarnos en las técnicas más punteras para crear esa ilusión. Siempre hemos dirigido a nuestros personajes digitales basándonos en la representación de los actores. Las herramientas que tenemos nos permiten hacer que el actor luzca más joven de lo que realmente es. Además, ayudamos al equipo de producción a que la actuación, en este caso de Harrison Ford, sea mucho más precisa.

¿Le gustó a Harrison Ford el resultado de verse más joven?

Ha dicho muchas cosas buenas sobre la manera en la que trabajamos. Lo que más ha comentado es que su actuación luce mucho más joven, que es exactamente lo que buscamos. Queremos que la interpretación del actor se plasme en un personaje más joven. Cuando comparas el antes y el después, es increíble ver cómo se ha adaptado su trabajo en escena.

También se ha involucrado en películas totalmente de animación. ¿Cuál es la mayor diferencia de trabajar en carne hueso a hacerlo con dibujos animados?

En las películas de animación, con gráficos por ordenador, tienes la oportunidad de controlar cada fotograma. Tienes una gran interacción con el director. Es un proceso muy creativo y tienes mucha libertad porque estás creando el dibujo al completo. Por otro lado, lo que me gusta de las películas de acción real es que intentas crear un truco de magia, una ilusión que se funde con la fotografía. Me gusta hacer ambas. Más las de acción real, pero tenemos un par de animación ya terminadas: Ultraman: El Ascenso, en Netflix; y Transformers One, que saldrá en unos meses.

¿Resulta cada vez más complicado sorprender al público con efectos de animación?

Hubo una época en la que tenían estilos con muchas similitudes. Chris Miller y Phil Lord en Spider-Man: Un nuevo universo abrieron las puertas multitud de estilos gráficos. Ahora hay muchas más películas de animación con estilos únicos. Eso me gusta mucho, creo que le proporciona más frescura al cine.