Bodipo aún no era futbolista cuando fichó por el Sevilla. Simplemente era un niño que disfrutaba jugando con sus amigos de siempre en el equipo de Dos Hermanas, su pueblo de toda la vida. Tenía sólo diez años cuando el club de la capital se fijó en él. Se le abría una puerta para triunfar en el Sánchez Pizjuán, pero él solito se encargó de cerrarla. Su aventura en la cantera hispalense duró quince días. ¿Por qué? Por morriña: "Era un crío y pedí marcharme porque echaba de menos Dos Hermanas, sobre todo a mis amigos. Era pequeño y quería jugar con ellos. Hablé con mi padre y le pedí que me sacara del Sevilla. Él respetó mi decisión, aunque yo tuviera diez años, y se lo agradezco de corazón".

Así de fugaz fue su paso por las categorías inferiores del Sevilla. Jugar en el equipo de la capital era el sueño de la mayoría de los niños de su edad, pero él se dejó llevar por los sentimientos y no se arrepiente. "Quizá podía haber sido más técnico porque habría tenido mejores profesores -reconoce el punta-, pero no me arrepiento de nada. Hice lo que creía que tenía que hacer. Fue llegar al Sevilla, y a las dos semanas, marcharme. Venía de hacer una temporada muy buena con el Dos Hermanas en el campeonato andaluz, y quise volver. Cosas de críos, como se suele decir".

Su padre, Antero Bodipo Rocu, lo apoyó siempre pese a que el club de Nervión se mostró en un primer momento reacio a autorizar la salida del delantero: "Sé que al principio no querían darme la carta de libertad, pero luego accedieron sin ningún problema. Yo era un crío de diez años, ¿y qué se le va a pedir a un niño?". De esa forma acabó su efímera relación con el Sevilla, aunque siete años más tarde sus caminos volvieron a cruzarse. "Cuando aún era juvenil me llamaron e hice varios entrenamientos con el Sevilla B, donde estaba mi primo Lauren. Sé que les interesaba, pero para cederme al Utrera de Segunda B, y no accedí. Preferí labrarme un futuro por ahí", recuerda el atacante, a quien Lotina reservó el miércoles para tenerlo fresco mañana. Ha marcado en los últimos tres partidos que ha jugado. Ahora llega el Sevilla, el equipo de su ciudad, aunque a él le tira más el Betis: "Si marco, mejor, pero lo más importante es el colectivo".