Hockey sobre patines - OK Liga masculina

Tombita: “No es un adiós, es un hasta luego”

Se va cedido al Lleida para “jugar más minutos y seguir creciendo”

Tombita celebra un gol contra el Noia en las semifinales del play off.

Tombita celebra un gol contra el Noia en las semifinales del play off. / Carlos Pardellas

“Estoy contento”, tranquiliza Fran Torres (Mendoza, Argentina), 2004) desde el otro lado de la línea telefónica. El Liceo confirmó ayer que el argentino será cedido la próxima temporada al Lleida. “Me voy a un equipo competitivo, con muy buenos jugadores y yo lo que quiero es tener minutos y mejorar mi juego”, señala. Tiene contrato hasta 2026 fue renovado el pasado mes de febrero— así que espera que esto no sea “un adiós sino un hasta luego” y volver siendo un Tombita más asentado tras disfrutar en el conjunto ilerdense de la continuidad que le hubiese gustado tener en el Liceo, donde su contribución fue demasiado a rachas.

El delantero, campeón del mundo sub 19 con su selección, llegó a A Coruña con 14 años. Le tocó madurar muy pronto para luchar por su sueño de ser profesional y después de jugar en las categorías inferiores y pasar por el filial, se hizo un hueco en la primera plantilla. “Al final ya hace mucho tiempo que estoy aquí, no he vivido ninguna otra experiencia y creo que me va a venir bien vivir algo nuevo”, reflexiona. Tiene el ejemplo de su amigo Fabrizio Ciocale, que se tuvo que ir en su momento, primero cedido al Braga y después un año al Valdagno italiano, siempre acabó volviendo y este curso explotó e incluso se ganó un puesto en la plantilla del año que viene cuando tenía un pie fuera. “Él me ha dado consejos y explicado muchas cosas”, reconoce.

Tombita —el nombre de guerra por el que es conocido, que le viene de familia, primero por su abuelo y después por su tío, Leonardo, que jugó también en Europa y ahora está asentado en Vigo trabajando con la base en el HC Cíes— es un jugador de área explosivo. A Juan Copa le sirvió en muchas ocasiones como recurso para cambiar la dinámica de los partidos. Tuvo noches mágicas, como en el Estadio da Luz del Benfica, donde marcó dos goles y contribuyó al empate de los verdiblancos (2-2) frente a uno de los grandes de Europa. Se inspiraba especialmente en la competición continental porque siete de los 19 goles que marcó con el primer equipo fueron en la Liga Europea, uno en Supercopa de España y once en la OK Liga, los dos últimos en las semifinales del play off contra el Noia, cuando ya sabía que podían ser sus últimos partidos con la camiseta verdiblanca, por lo menos durante una temporada.

Lleida, próximo destino

Se va, asegura, “un liceísta para siempre” que solo recuerda lo bueno. “El Liceo es una familia y he tenido buenos momentos desde el primer día hasta el último”. Aunque sí que fue duro estar tres años, con la pandemia de por medio, sin poder viajar a Argentina para ver a su familia. Ahora precisamente disfruta de unos días con sus padres, que han viajado hasta A Coruña. A mediados de mes se marchará con ellos a su país a pasar las vacaciones de verano —aunque allí es invierno— para regresar ya vía directa a Lleida. Allí tendrá como compañeros a jugadores de los que puede aprender mucho. Algunos con vinculación con la ciudad, empezando por el coruñés Chino Miguélez, de la cantera del Compañía de María y que llega procedente del Sandrigo italiano; el portugués Nuno Paiva, que deslumbró en el año que estuvo en el Compañía, además de a su compatriota Darío Giménez, un genio del stick.

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