Uno de los motores de la medular blanquiazul, Álex Bergantiños García (A Coruña, 1985), afronta sin miedo pero con respeto las últimas cinco finales, dos de ellas ante dos exequipos (Xerez y Nàstic de Tarragona).

-Lograron una importante victoria ante el Numancia, pero no hay tiempo para celebraciones y mañana ya tienen un nuevo encuentro ante el Las Palmas...

-Quedan tres semanas para que se termine la Liga regular y se acabe todo y estamos tratando de recuperar bien y de descansar que es lo importante habiendo encuentros tan seguidos.

-Un rival que, como el conjunto soriano, tampoco se juega nada pero que ya les puso en aprietos en el partido de ida...

-Es un equipo que me gusta mucho, gente joven que tiene el balón, con bandas rápidas y está claro que van a querer lucirse aquí en Riazor, en un escenario inmejorable. Son un poco irregulares y eso es lo que les ha impedido estar más arriba en la Liga. Pero a un partido, motivados como van a venir aquí, serán un rival difícil.

-Comentó que en el tramo definitivo del campeonato se vería qué equipos aguantaban el arreón final, ¿cómo ve a sus perseguidores, Celta y Valladolid?

-Se está viendo que las tres mejores plantillas están ahí, aguantando hasta el final. Nosotros con bajas estamos manteniendo el ritmo y ellos también. Son muy buenos equipos que también se están jugando el ascenso con nosotros y que van a apretar hasta el final.

-Aunque el equipo sigue arriba, ¿empiezan a notar que las fuerzas ya son más justas ahora que se acerca el final de Liga?

-Se nos nota a todos los conjuntos. El ritmo de los partidos ya no es tan intenso como otros de la temporada, pero estamos todos en las mismas condiciones. Los equipos tienen onces tipo, con jugadores que acumulan muchos minutos. Se puede notar un poco en algún encuentros, pero creo que estamos acostumbrados. Somos deportistas y todas las campañas tenemos sobre cuarenta partidos, además de todos los entrenamientos.

-Un fin de temporada en la que parece que el ascenso podría estar más caro que otros años...

-Ya decíamos hace tiempo que con menos de 80 no iba a subir nadie y parece que ni incluso esa cifra será suficiente. El nivel de los tres primeros está haciendo que esté más caro que nunca en cuanto a puntuación y hay que apretar para que, si hay que batir el récord para conseguir el ascenso (88 del Valladolid en la campaña 2006-07) se bata y conseguir el máximo de puntos posibles.

-La afición ya calcula dónde se puede celebrar el ascenso, ¿consiguen evadirse del entorno o cuesta a estas alturas?

-Desde el principio de temporada nos mentalizamos de que iba a ser un año duro y ese es el secreto un poco de la plantilla. Sabíamos que el hecho de partir como favoritos iba a hacer que hubiese todas las semanas presión máxima en cada partido. Pero hemos conseguido pensar solo semana a semana, aislarnos un poco del entorno y con tranquilidad preparando cada encuentro y respetando al rival.

-Por ese respeto a los contrarios, ¿es mejor no hacer cábalas sobre dónde se puede certificar la vuelta a Primera?

-Sí. Entiendo que la gente quiera preparar viajes y el hecho de que estén con nosotros nos va a ayudar muchísimo, pero si no ganas al Las Palmas las cuentas en Jerez ya no salen. Por eso hay que ir poco a poco, esperar a acabar cada jornada para ver cómo esta la clasificación y ver los puntos que necesitas para conseguir el objetivo.

-Antes del colofón le quedarán partidos especiales como el domingo en Chapín y la siguiente semana ante el Nàstic...

-Fueron dos años allí (en Xerez) y, si aguanto sin que me enseñen la quinta (amarilla), será un encuentro especial para mí, por los dos años maravillosos que pasé. Coincide además que Xerez y Tarragona, además de Granada, fueron los últimos equipos en los que estuve. Sin ninguna duda van a ser choques diferentes para mí.

-Con los andaluces vivió un ascenso, ¿las sensaciones que tiene ahora son similares?

-Sí, pero es distinto al ser el Dépor y en casa. Es especial por estar con mi gente y mi familia. Allí fue un gran año, era la primera vez que se subía y se vivió con muchísima intensidad. Es una experiencia que nunca olvidaré porque es donde debuté como profesional.

-Ha vivido años intensos: un ascenso y descenso con el Xerez, la salvación con el Nàstic al final, ahora puede volver a Primera con el Deportivo...

-Son momentos emocionantes los finales de temporada porque después del trabajo de todo el año se pueden conseguir los objetivos.