Valcarce y Paris Adot, decibelios extra para el Deportivo

Los cambios refrescaron al equipo

El berciano anotó su primer gol

Pablo Valcarce celebra el gol logrado anoche en Salamanca con el Deportivo. |  // LOF

Pablo Valcarce celebra el gol logrado anoche en Salamanca con el Deportivo. | // LOF / xane silveira

Xane Silveira

Xane Silveira

Necesitaba el Dépor un poco de adrenalina después de que Unionistas volviese del vestuario como un rodillo. Idiakez, que miró el banquillo en busca de soluciones, encontró música electrónica para animar un concierto de heavy metal que transcurría en blanco y negro. Paris Adot y Pablo Valcarce, aspirantes a ocupar de aquí a final de temporada la banda derecha, refrescaron a un equipo que estaba ahogado y sin oxígeno entre los saltos, gritos y presiones contrarias.

No había espacio, pero tampoco ideas claras para superar a un rival ordenado y pulcro. Fue la amplitud del lateral diestro y la templanza del berciano lo que mejoró definitivamente a los visitantes. Oro entre grilletes. Entonces, en lugar de un equipo trastabillado y apresurado, se vio a un conjunto reordenado. Explotó el costado derecho como si por un momento recuperase automatismos de la temporada pasada. Con la diferencia, claro, de que esta vez el carrilero conocía a su pareja. “Sabe que me suelo quedar un poco atrás”, masculló el goleador al acabar. También pensó Paris que, si él estaba pegado a la línea de fondo, la defensa rival estaría hundida, por lo que conectó con Valcarce con facilidad. Si hace una semana el jugador estuvo ausente por su paternidad, solo siete días después pudo llevarse el pulgar a la boca y dedicarle su primer tanto a la recién nacida. El ex del Burgos fue el más listo y supo entender en qué zona la pista de baile quedaría vacía. Y ahí solo necesitó un sutil toque para batir a Cacharrón, impecable hasta entonces en todas las acciones sobre su portería.

Unionistas conmocionó al Dépor con su música hardcore y el ritmo propio del pogo que horas antes formaban ambas hinchadas. Idiakez respondió: decibelios al máximo. No será la última vez que el técnico vasco necesite cambiar de canción y dar rienda suelta a las variantes de una plantilla que destaca por sus variantes.