Entrevista | Salva Sevilla Centrocampista del Deportivo

Salva Sevilla: “Los jugadores no estamos dando el nivel para el que se nos contrató”

"Idiakez está haciendo un trabajo muy bueno"

“No es agradable que se centre todo en una persona, para mí los principales culpables somos los jugadores”

Salva Sevilla, en la grada de la ciudad deportiva de Abegondo.

Salva Sevilla, en la grada de la ciudad deportiva de Abegondo. / Iago López / Roller Agencia

Marcos Otero

Marcos Otero

Salva Sevilla (Berja, 1984) no ha tardado en convertirse en un indispensable dentro de este Deportivo que estos días se mentaliza para dejar atrás el desastre de Irún antes de recibir a la SD Logroñés. El veterano centrocampista centra la responsabilidad en una plantilla por debajo de las expectativas, pero en la que, al mismo tiempo, confía ciegamente.

¿Cómo han sido estos primeros meses en el club?

Ha sido todo muy fácil. La gente me ha acogido muy bien. En el vestuario hay un grupo humano muy bueno, el club está súper preparado y de la afición no hace falta decir nada, porque ya lo vemos todos los días en casa y cuando jugamos fuera también. Está todo bien menos nosotros, que tenemos que dar ese pasito adelante.

¿Qué ha pasado? Lo de Irún fue especialmente llamativo por cómo se cayó el equipo.

La sensación de la segunda parte fue malísima. Eso no nos había pasado. Veníamos diciendo que el equipo había competido, que había merecido más puntos, pero no se habían conseguido. Lo que no debe pasar es lo del otro día en la segunda parte. El equipo entrega el partido, lo regala y no se compite como se debe de competir. Ahí debemos dar un paso adelante y saber que tenemos que ser mucho más estables y confiar en lo que hacemos. Hasta ahora no se habían conseguido los puntos que merecíamos, pero el camino era ese, no el del otro día.

¿Pesan las expectativas después de un comienzo así?

Hay que convivir con eso, adaptarse, saber en el club en el que estás y la exigencia que hay. La presión debes llevarla de la mejor manera posible. A partir de ahí, te puede jugar en contra como el otro día porque no están saliendo los resultados que queremos, el partido se complica y el equipo se viene abajo. Eso es lo que debemos mejorar y saber que en el fútbol te puedes poner por debajo en el marcador, pero hay la opción de darle la vuelta si confías y trabajas. El otro día faltó eso.

En situaciones así las miradas siempre se dirigen al banquillo, ¿cómo ve a Idiakez?

Es lo que pasa en todos los clubes. Es injusto que se centre todo, en este caso, en los entrenadores. Está haciendo un trabajo muy bueno, nos da mucha tranquilidad. A lo largo de mi carrera he tenido muchos entrenadores y puedo decir que es de los mejores. No lo conocía personalmente y me ha sorprendido muchísimo. No es agradable que se centre todo en una persona. Para mí los principales culpables somos los jugadores porque, como he dicho, la afición te lo da todo, el club está súper preparado, tiene todo lo que hay que tener e incluso más para esta categoría, y los que tenemos que dar ese paso adelante somos nosotros.

¿Asumen el grado de responsabilidad que les corresponde?

Yo no obvio nada y soy muy realista. Debemos de saber, sobre todo los jugadores, que somos los que más culpa tenemos, que no estamos dando el nivel para el que se nos contrató. Todos podemos hacer las cosas mucho mejor y subir el nivel que estamos dando. La mejora está ahí, en la humildad que tengamos para aceptar estas cosas. Estoy seguro de que este grupo va a conseguir los objetivos que se marque siempre y cuando seamos humildes para afrontar cada partido como si fuera el último. No vale de nada hacerlo en dos partidos y al tercero dejar de hacer lo que tienes que hacer.

Suele decirse que a los futbolistas no se les olvida cómo jugar, pero luego aparecen situaciones de bloqueo como la Irún, ¿cómo se explica?

Si tuviéramos la explicación no lo haríamos, a nadie les gusta hacer las cosas mal. A veces suceden este tipo de partidos en los que se puede juntar todo: la ansiedad que tenemos, la presión por conseguir resultados... He notado un poco eso, que se piensa más en el final que en el trayecto. Estamos pensando en si no conseguimos las cosas, en si no ganamos, en qué va a pasar... Ahí se comete un error. Tenemos que estar tranquilos porque es la única forma de conseguir los objetivos. Puedo poner el ejemplo del Alavés el año pasado. Sinceramente no éramos una de las plantillas llamadas a conseguir el ascenso y, al final, lo conseguimos porque creíamos y confiábamos.

¿Está siendo una semana especialmente difícil?

Claro, está siendo difícil. No vamos a esconder que no nos gusta perder y menos de esta manera. Para mí esta manera es muy difícil, te pegas dos o tres días comiéndote la cabeza, pero también desactivo ese modo porque hay que enfocarse en lo que viene. El sábado hay otra oportunidad.

¿Ha sido una semana también de terapia? ¿Quién ha llevado la voz cantante?

Un poco todos, sobre todo el míster. Tuvimos una charla muy positiva en las que todos nos dijimos las cosas como yo las estoy contando. Sabemos que tenemos que entregarnos al máximo, porque para conseguir un objetivo tan importante no se permiten tantos fallos. Ha sido muy positivo y creo que nos va a venir muy bien.

Sorprende lo mucho que les está costando marcar, sobre todo con una plantilla con estos nombres...

Es raro. Lo veo raro porque tenemos jugadores que hacen gol con muchísima facilidad, en los entrenamientos lo vemos. No es normal que llevemos tan pocos goles. Luego es cuestión de rachas. Estoy seguro que van a llegar, porque hay jugadores que marcan mucho la diferencia.

¿Usted cómo se está encontrando en este arranque de temporada después de asentarse en el equipo?

Cada vez mejor, la verdad. Me costó mucho al principio, porque vine sin hacer pretemporada y con una lesión. No fue fácil. También tuve una fisura en una costilla y no quise parar... El inicio ha sido un poco así, pero cada vez me estoy encontrando mejor.

¿Cómo llevó el verano hasta que fichó por el Deportivo antes del cierre del mercado?

No fue fácil. Al final ya tengo una edad y las cosas que me estaban saliendo no me convencían del todo. Tenía claro que no iba a jugar en cualquier sitio ni de cualquier manera. La llamada de Fernando [Soriano ] tuvo mucho que ver y el club también. Es un paso importante.

Su carrera desde que decide jugar en Segunda B con el Mallorca en 2017 es de todo menos convencional, ¿se lo imaginaba?

Fue todo muy raro. Tenía 31 o 32 años y mi ilusión era jugar fuera de España. Ese verano había rechazado ocho o siete ofertas de Segunda, de Primera no tenía nada, no voy a engañar a nadie, e iba avanzando el tiempo. Al final me llamó Javier Recio, que lo había tenido de director deportivo en el Espanyol. Yo le decía que venía de muchos años en Primera y que no lo veía claro, pero me convenció y ahora que ha pasado el tiempo puedo decir que acerté, pero en ese momento muchos amigos me llamaban y me decían que estaba loco. Yo valoro mucho el aspecto humano y cuando bajas a estas categorías, te das cuenta de la humildad que hay. Cuando estás en Primera los jugadores, no digo todos, a veces viven en un mundo irreal.

¿A usted qué es lo que le motiva para seguir en activo?

Pues que me gusta mucho el fútbol, vivo para el fútbol, veo mucho fútbol, no me canso y soy un pesado. La cabeza es la que manda. Tengo esa ilusión de competir y de ayudar. Si a eso le sumas el reto que tenemos por delante aquí... Yo no he conseguido ningún título, pero amigos que han ganado títulos y también tienen ascensos me dicen que los ascensos son increíbles. Yo he tenido la suerte de vivir alguno.

Celebró uno con el Mallorca de muy mal recuerdo para el deportivismo y con un episodio que imagino ya ha quedado atrás...

No lo dije con mala intención ni para ofender a nadie. Solo dije que habíamos confiado y que nosotros estábamos en Primera. Espero que la gente haya aceptado las disculpas, por lo menos a mí me demuestra que está todo olvidado.

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