El Deportivo tiene sobre la mesa 30 millones de euros desde que logró el regreso a Segunda División. Es la cantidad que le corresponde del proyecto bautizado como LaLiga Impulso, el acuerdo de financiación al que llegaron los clubes de Primera y Segunda División en 2021 con el fondo de inversión británico Capital Partners (CVC). A la directiva le toca ahora decidir si se incorpora a una iniciativa a la que prefirieron no sumarse Real Madrid, Barcelona, Athletic Club y en su día también el Ibiza, y que ha sido tan elogiada como criticada por su estructura. El presidente de LaLiga, Javier Tebas, animó al club a formar parte del acuerdo de financiación en una visita reciente a la ciudad para participar en un congreso organizado por la Federación Gallega. “Les animo a estar porque hay que pensar que es un proyecto colectivo preparado para hacer crecer el fútbol. Ahora ya corresponde a la decisión de los órganos del Deportivo de La Coruña. Insisto, es un proyecto colectivo y para nosotros es importante, y para el resto de los clubes, que esté el Deportivo”, subrayó Javier Tebas.

¿En qué consiste LaLiga Impulso?

El acuerdo con CVC se firmó a mediados de 2021 en condiciones muy particulares, con buena parte de los equipos del fútbol profesional español golpeados por la pandemia del COVID. Esa vía de financiación, cifrada en alrededor de 2.000 millones de euros, viene principalmente motivada por una tendencia generalizada de caída de ingresos, como explican especialistas financieros consultados. Se trata de un plan para proyectos de crecimiento en el que se establece que los fondos que recibiría cada club tengan un uso específico, de acuerdo a Héctor Mohedano, experto en deuda. LaLiga se encargó de que las cantidades recibidas no se pudieran gastar a discreción y estableció unos porcentajes: 70% para infraestructuras y proyectos de desarrollo, 15% para pérdidas COVID y otro 15% para inversión en plantilla. La patronal y el fondo de inversión crearon un holding participado por ambos —90% correspondiente a LaLiga y 10% a CVC— y los fondos se gestionaron a través de préstamos participativos a 40 años mediante un interés al 0%, según LaLiga. La parte de devolución se estructura a través de una cuenta en participación o de participación en beneficios que permitía al fondo llevarse un porcentaje de lo que los clubes estaban generando, explican los especialistas.

Los derechos de televisión, la clave

Lo que negoció LaLiga fue vender una parte de su activo principal a cambio de esa inyección económica de CVC, que pasaría a poseer el 10% de la sociedad participada por ambos. Lo hizo por un plazo de 50 años, en los que el fondo de inversión recibiría ese porcentaje de los beneficios generados por el holding. Aquí nació el conflicto con clubes como Real Madrid, Barcelona o Athletic, que entendían que los derechos televisivos multiplicarían su valor en ese periodo de tiempo y que el gran beneficiado sería CVC. Para el grueso de los equipos de Primera y Segunda División, sin embargo, resultaba atractivo porque tenían acceso a una ventana de financiación que de otra manera le resultaría muy complicado alcanzar, según apuntan especialistas como Héctor Mohedano.

Las ventajas

Esa posibilidad de financiarse de forma conjunta es el principal punto a favor del proyecto, según los expertos. LaLiga Impulso ofreció la opción de acceso a una financiación apetecible sobre todo para equipos pequeños. A eso había que sumar que los fondos estaban restringidos a proyectos específicos y que poseían una trazabilidad por parte de la patronal. El momento era además crucial, con la mayoría del fútbol español todavía bajo los efectos de la pandemia del COVID. Se trata de una financiación que muchos clubes necesitaban, lastrados por la caída de ingresos y acuciados por la necesidad de pagar salarios e inscribir jugadores. Fue una especie de balón de oxígeno, de acuerdo a los especialistas. En el caso del Deportivo, esas circunstancias han cambiado por completo tres años después de que se firmase el acuerdo entre LaLiga y el fondo de inversión.

Los inconvenientes

La propia naturaleza del acuerdo hace que CVC, como fondo de inversión, busque maximizar su rentabilidad, a pesar de que en apariencia dependa de que se generen beneficios en su sociedad con LaLiga. Esas condiciones favorables con préstamos participativos sin intereses, sin embargo, restan flexibilidad a largo plazo, según los expertos consultados. Muchos equipos se verán atados durante un periodo de tiempo prolongado y además perderán una herramienta que de modo particular solían utilizar para buscar opciones de financiación particulares. Los clubes prescinden de una de sus armas para generar ingresos o se ven bloqueadas. En el corto plazo, aseguran los especialistas, funciona bien. La clave está en saber si después de tantos años se considera una buena operación o no.

¿Es apetecible una operación así para Abanca?

El Deportivo representa un caso particular en el panorama del fútbol profesional español porque su dueño es una entidad financiera. Abanca ha sido el sostén económico del club en estas cuatro temporadas en la tercera categoría y en su día su presidente, Juan Carlos Escotet, dejó la decisión sobre CVC en manos de la directiva deportivista. El club la estudia a falta de decidir, pero la situación no es la de 2021 cuando se firmó el acuerdo. La apuesta de Abanca es a largo plazo con el Deportivo y ha promovido la salida del concurso de acreedores y una ampliación de capital para ganar margen de maniobra salarial en su regreso al fútbol profesional. Los expertos apuntan que los bancos no son partidarios de asumir riesgos, como sí lo hacen entidades como CVC, y solo se apoyan en fondos de inversión en casos muy particulares. Esta operación, sin embargo, es muy concreta y vendrá determinada por los planes de futuro que maneje Abanca.