Los concejales del PSOE de Santiago rompen la disciplina de voto y dan su apoyo a la ordenanza de los pisos turísticos

Crisis sin precedentes en el PSOE compostelano

Turistas con sus maletas por Santiago

Turistas con sus maletas por Santiago / Antonio Hernández

Natalia Sequeiro

Los seis concejales socialistas en el Concello de Santiago rompieron esta tarde la disciplina de voto marcada por la ejecutiva del partido. Con lágrimas en los ojos, la concela Mercedes Rosón anunció que el grupo municipal iba a votar a favor de la ordenanza para regular los pisos turísticos que ha presentado el bipartito. La decisión supone un cisma sin precedentes en el PSOE de Santiago, después de que la ejecutiva del partido liderada por Aitor Bouza hubiese ordenado la abstención. Los concejales podrían ser expulsados del partido.

A las cinco de la tarde, los pequeños propietarios de viviendas de uso turístico (VUT) se concentraban en el Obradoiro minutos antes de que comenzase el pleno en el que se iba a someter a votación la ordenanza para regular definitivamente el sector en Santiago. Pese a que tanto el BNG, como el PSOE les habían prometido que se incluiría una especie de indulto a los pisos que estaban anotados en el registro autonómico finalmente a principios de mes, el bipartito presentó la ordenanza sin esta posibilidad. La alcaldesa Goretti Sanmartín explicó que los informes jurídicos no permitían regular los usos preexistentes a través de esta vía. La decisión explica cerrar la vía de una posible legalización para 650 pisos turísticos que operan en Santiago sin licencia municipal. La norma que se votó esta tarde simplemente recoge los pasos a seguir para aquellos propietarios que quieran destinar la vivienda como turística dos meses al año.

Dos días después de conocerse el borrador de ordenanza, la concejala socialista Mercedes Rosón daba a entender que su grupo no se opondría a la regulación. Sin embargo, el pasado viernes el secretario xeral del PSOE en Santiago, Aitor Bouza, anunció públicamente que la orden que tenían los seis ediles de su partido era abstenerse. Con la previsible oposición a la norma por parte del PP, la ordenanza de las VUT no saldría aprobada.