El pimiento de Herbón se hace aún de rogar: poca cosecha por falta de sol y precios altos

Desde la Denominación de Orixe explican que el astro rey brilló poco, y hubo noches muy frías u Confían en que el verano entre con fuerza y alcancen los ‘habituales’ 85.000 kilos

MARCOS MANTEIGA

El pimiento de Herbón es caprichoso: con altas temperaturas produce frutos picantes, pero con poco sol le cuesta madurar. Y, precisamente, es lo que ha ocurrido esta temporada, según explica Milagros González, presidenta del Consello Regulador de la Denominación de Orixe Protexida Pemento de Herbón, y una de las responsables de la empresa A Pementeira: “A colleita vai moi lenta, porque o tempo non está a acompañar, houbo noites frías e faltou o calor preciso”, diagnostica al respecto la experta productora.

Para González, “o que máis inflúe neste cultivo é o tempo; o ano pasado e o anterior acompañou, e tivemos máis produto”. Pero no es el caso, y la queja se ha generalizado entre todos los cultivadores de esta Denominación de Orixe Protexida, que no solo abarca Padrón, como piensan muchos consumidores, sino que también se extiende a productores establecidos en Dodro, Pontecesures, Valga y Rois. “Empezamos a recoller en maio, case cun mes de retraso, e a planta non cría con mal tempo”, apostilla la misma fuente.

Sin embargo, todos los consultados añaden que aún hay margen, y si el verano empieza a asomar pronto, como debería pasar, cabe aún la posibilidad de alcanzar la producción de 2023 de esta denominación de origen, que llegó a 85.000 kilos, “máis ou menos o que se recolleu ao longo doutros anos”, explican.

Y la madre del cordero... ¿De dónde sale la semilla para darle continuidad a este cultivo de calidad y fama internacional? Pues, en principio, no se compra. Ni tampoco se retrotrae a un supuesto remanente de los padres franciscanos, que trajeron las plantas desde Tabasco en el siglo XVII.

“Producimos semente dun ano para outro en plantas seleccionadas especialmente para este fin”, indica Milagros. Los frutos de dicha plantas premium se dejan madurar “ata que collen unha cor vermella”, y de sus simientes salen las nuevas.

En el caso de A Pementeira, cuentan con dos invernaderos de 2.200 m2 “para plantar en febreiro e colleitar en maio”, pero también mil metros cuadrados de cultivo al aire libre, con la diferencia de que se siembra un poco más tarde para poder recoger en julio.

Por supuesto, falta la pregunta del millón: ¿saben igual los frutos de esta Denominación de Orixe Protexida que los que no están amparados? Pues la cuestión tiene truco ya que, como recuerda González, “só na parroquia de Herbón temos como coarenta invernadoiros, dos que vintesete forman parte da DOP, pero outros dez non”, por lo que resulta complicado hallar una diferencia... por lo menos allí.

De cualquier forma, para la presidenta de A Pementeira, lo que de verdad caracteriza a este producto “é que se cultiva na zona do Val do Ulla, moi ben delimitada polo clima”.

Y el principal problema es que en su día la popular localidad llegó a tener más del doble de invernaderos, “e éramos 80 as mulleres que nos deprazabamos a Padrón para vender”. Pero hoy no hay visos “de relevo xeracional”.