Un semestre negro en las carreteras gallegas: 51 muertos, un 21% más que hace un año

Un total de 51 familias gallegas protagonizan las negras estadísticas de Tráfico del primer semestre del año. Detrás de cada uno de los siniestros mortales contabilizados en las bases de datos de la DGT hay padres, abuelos, hijos, sobrinos, nietos, primos y amigos rotos por un atropello, una salida de vía o una colisión. Ya sea por un despiste, una velocidad inadecuada o excesiva o el consumo de alcohol o las drogas, la cifra de fallecidos en las carreteras de Galicia mantiene una tendencia al alza, con un aumento del 21% respecto al mismo periodo del año pasado, según el balance del departamento que dirige Pere Navarro.

La comunidad gallega no es la excepción en el mapa de la siniestralidad de España. Otras siete autonomías (Andalucía, Aragón, Canarias, Castilla y León, Navarra, Comunidad Valenciana y País Vasco) sufrieron también un aumento de las víctimas mortales en su red viaria, con Andalucía a la cabeza, que pasó de 69 en los primeros seis meses de 2023 a 110 este año (un 59% más). Le siguen en esta curvatura ascendente País Vasco (con un incremento del 66,66%), Navarra (43%) y en el cuarto puesto Galicia, con una quinta parte más de fallecidos que el primer semestre del ejercicio pasado.

En este periodo previo a la operación salida de verano, la época del año con más desplazamientos por carretera —en la comunidad gallega se esperan entre julio y agosto 10,8 millones—, España superó ya la barrera de las 500 víctimas mortales. En concreto, 540, lo que supone un 7% más que hace un año. Esta tendencia ha desatado las alarmas en Tráfico, en especial en Galicia ya que la siniestralidad mortal en su red viaria triplica la tasa registrada en el conjunto del país.

De las cuatro provincias gallegas, solo Ourense logró revertir las cifras del primer semestre del año pasado: 5 fallecidos frente a los 9 registrados el mismo periodo de 2023. Pero en las otras tres provincias se produjo un aumento, con mayor incidencia en A Coruña y Pontevedra, donde la siniestralidad mortal se disparó un 50% y un 45,4%, respectivamente. En las carreteras coruñesas se contabilizaron 21 víctimas mortales frente a las 14 de un año atrás; en las pontevedresas, 16, cuatro menos que el ejercicio pasado. Y en Lugo el incremento supera el 12%, con 9 muertos.

El balance de junio no hizo más que agravar las cifras de accidentalidad, con 108 fallecidos en España, un 17% más que el mismo mes de 2023 (92). En Galicia el repunte fue mayor, un 28,5%, con 9 víctimas mortales frente a las 7 de hace un año.

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