Casi 200.000 gallegos declaran 1.320 millones en ingresos por alquileres al año

Los propietarios crecen un 4% y el importe cobrado sube más del 10%

Uno de cada tres contribuyentes con rentas superiores a los 60.000 euros tiene inmuebles arrendados

Carteles de pisos alquilados en una inmobiliaria.

Carteles de pisos alquilados en una inmobiliaria. / Víctor Echave

Julio Pérez

El Gobierno aspira a poner en marcha el próximo año el registro en el que deberán estar inscritos todos los contratos temporales de vivienda. Incluirá los de temporada, los turísticos, habitaciones sueltas e, incluso, los barcos. La Ley de Arrendamientos Urbanos deja claro que esos alquileres son distintos a los destinados a residencia habitual y la ministra de Vivienda y Agenda Urbana considera necesario avanzar en su regulación para “proteger los alquileres de temporada para quienes realmente lo necesitan”, como los estudiantes o los trabajadores eventuales. “Tendrá que existir una causalidad para poder acceder a este tipo de contratos. Se trata de clarificar la figura de estos arrendamiento para que no puedan ampararse bajos estos contratos y evitar así un fraude o abuso de ley”, destacó la ministra de Vivienda y Agenda Urbana tras la tercera reunión del Grupo de Trabajo para la regulación del alquiler de temporada el pasado miércoles.

En ese mismo encuentro, Isabel Rodríguez apeló al desarrollo “inminente” del censo de alojamientos turísticos en colaboración con las autonomías y los ayuntamientos; y de los cambios en la Ley de Propiedad Horizontal para “empoderar a los vecinos y vecinas para que no puedan prohibir la implantación de estos alojamientos en sus fincas residenciales”.

Los contratos de corta duración y los apartamentos turísticos son el enésimo elemento de distorsión en un mercado inmobiliario cada vez más desequilibrado. La demanda supera a la oferta y los precios escalan muy por encima de los salarios, en un contexto de endurecimiento de requisitos por parte de los bancos en la concesión de hipotecas. Comprar no es una alternativa viable para muchos y el alquiler absorbe de media el 31,1% de los ingresos en el centro de las áreas urbanas, según el reciente informe del Banco de España sobre los problemas de acceso a la vivida. Un tercio de esas familias tiene que dedicar más del 40% de su presupuesto al pago mensual del arrendamiento.

Con el encarecimiento sin tregua de los alquileres, los ingresos de los propietarios baten récord. Los gallegos con algún tipo de inmueble en explotación sumaron 1.321 millones de euros en 2022, como recoge la radiografía de las declaraciones del IRPF de la pasada campaña que acaba de publicar la Agencia Tributaria. El dato engloba todas las propiedades inmobiliarias de particulares. Los ingresos aumentaron un 10,5% en comparación con el ejercicio anterior. Los contribuyentes que son arrendadores se incrementaron un 4,2%, hasta los 191.973.

En solo un año, el número de titulares de alquileres creció en cerca de 8.000 y se disparó un 44% (59.000 más) en una década. El ascenso de los ingresos es mayor: 50,3% por encima del negocio de 2012, cuando no llegaba ni a 900 millones. Cada dueño declaró al fisco un rendimiento medio de 6.880 euros al año, 400 euros más que en 2021.

Uno de cada tres contribuyentes gallegos con rentas superiores a los 60.000 euros anuales declara arrendamientos. La proporción sube a medida que engorda su renta. Prácticamente la mitad de los gallegos con un tramo de IRPF de más de 601.000 euros anuales percibe ingresos por alquileres: 19.754 euros en el ejercicio al completo o unos 1.646 euros mensuales.

En los de 150.000 a 601.000 euros los dueños de inmuebles con inquilinos son el 37%; y el 28% en los de 60.000 a 150.000. Entre aquellos que declaran de 30.000 a 60.000 en ingresos totales a lo largo del año, el 19% cuenta con alguna propiedad arrendada. En el resto de contribuyentes, sin embargo, la cuota no pasa del 14%.

La partida en concreto por alquiler de viviendas en Galicia ronda los 928 millones de euros, según detalla la Agencia tributaria, alrededor de un 11% más que en 2021. Los gastos de sus propietarios ascendieron a 404 millones de euros, por lo que el rendimiento neto de los contratos se situó en 523,1 millones de euros. El número de pisos y casas arrendadas alcanzó los 147.780. La inmensa mayoría está alquilada en su totalidad (143.794) y para residencia habitual (130.078).

Rentabilidad

“En los últimos años, muchos inversores particulares se han visto atraídos por la rentabilidad del alquiler y las revalorizaciones esperadas del precio de la vivienda desde su recuperación en 2014”, señala el Banco de España, que calcula una rentabilidad bruta —la ratio entre el alquiler medio anual y el precio de la vivienda, en metros cuadrados, para el conjunto de la economía— del 5,5% en el periodo 2015-2022 y de hasta el 7% en el inicio de los contratos.

Descontando el riesgo de alquilar y los gastos de mantenimiento, el rendimiento menguaría dos puntos. Pero si sumamos las ganancias patrimoniales asociadas al propio encarecimiento de la vivienda, la rentabilidad llega al 10,5%, muy por encima de las ganancias por la inversión en bonos del Estado (1,2%), los depósitos bancarios (0,3%) y el promedio del Ibex 35 en estos años (6,8%).

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