Facenda afloró en 2023 casi 34 millones de impuestos impagados en herencias

Los inspectores detectaron incumplimientos en 5.400 autoliquidaciones del Impuesto de Sucesiones

Es más de la mitad de todo el fraude destapado en estos controles ordinarios

Cementerio de San Amaro, en A Coruña.

Cementerio de San Amaro, en A Coruña. / Víctor Echave

Paula Pérez

Pese a la sucesivas rebajas aplicadas por la Xunta en la tributación de las herencias, el Impuesto de Sucesiones es el único gravamen autonómico cuya recaudación se incrementó el pasado año. Se ingresaron 150,2 millones de euros, un 4,2 por ciento más que en el ejercicio anterior. La inspección destapó en 2023 además 33,6 millones de euros impagados en este tributo tras revisar las autoliquidaciones de los contribuyentes. Se trata de la mitad de todo el dinero aflorado por la Consellería de Facenda tras los controles ejercidos para comprobar que las declaraciones presentadas son correctas.

Para combatir el fraude fiscal la Consellería de Facenda realiza dos tipos de actuaciones. Por un lado, están los controles extensivos, que consisten en que cada año revisa un porcentaje de las autoliquidaciones que presentan los contribuyentes para asegurarse de que, bien por picaresca, por error o por despiste, se elude el abono de los impuestos que corresponden. “Las comprobaciones están dirigidas a resolver discrepancias, incoherencias o situaciones en que existen indicios de incumplimientos significativos”, explica la Axencia Tributaria de Galicia (Atriga).

En 2023 se revisaron 485.498 autoliquidaciones, que son casi la mitad de todas las presentadas por los contribuyentes gallegos y se detectaron impagos en 26.962. Esto se tradujo en una recaudación extra de 60,9 millones de euros. Y más de la mitad de este fraude se corresponde con el Impuesto de Sucesiones y Donaciones. La Atriga halló discrepancias en 5.485 declaraciones en las que elevó la cuantía a pagar en 33,6 millones de euros.

El otro gran foco de impagos está en el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados que grava la compraventa de inmuebles de segunda mano. El pasado año los inspectores destaparon 24,6 millones de euros que no abonaron en un total de 13.434 autoliquidaciones.

Además la Atriga detectó otros 1,2 millones de euros impagados en el impuesto que grava la compraventa de vehículos de segunda mano y 1,5 millones en otros tributos.

En la Axencia Tributaria destacan, en todo caso, que solo hallan irregularidades en el 5,6 por ciento de las declaraciones de impuestos presentadas y subrayan que ha descendido el importe impagado, pues en 2022 había sido de 67,2 millones de euros y ahora se sitúa en 60,9 millones de euros. Se redujeron, sin embargo, también los controles realizados un 8,6 por ciento.

A estos 60,9 millones aflorados tras revisar las autoliquidaciones se halla el fraude destapado en las actuaciones de “control intensivo”, que son actuaciones específicas para detectar “incumplimientos tributarios que revisten más dificultad”.

Como consecuencia de estas inspecciones intensivas se abrieron casi 600 actas de inspección, un 19 por ciento menos que el año anterior. Y se destapó un fraude de 21,4 millones, lo que supone una reducción del 8,8 por ciento respecto al año anterior. De estos procedimientos hubo 264 en los que el ciudadano dio su conformidad, en otros ocho casos se alcanzó un acuerdo entre las partes pero hubo 322 contribuyentes que se mostraron disconformes con el resultado de la inspección.

En conjunto, sumando las actuaciones de control extensivo y las intensivas, más las multas derivadas de las infracciones, la Atriga recuperó 90,5 millones de euros. “Es una cantidad equivalente a lo que cuesta el mantenimiento de 469 camas hospitalarias al año, 12.217 plazas de educación pública en colegios o 3.280 plazas en una residencia de mayores”, según los cálculos de la Consellería de Facenda.

Y crecen las multas por evasión fiscal: la Xunta ingresa un 28% más de dinero en sanciones

Las actuaciones de lucha contra el fraude fiscal no solo permiten recuperar para las arcas públicas el dinero impagado en impuestos sino que sirven para aumentar los ingresos de la Atriga a través de las multas que se imponen por las infracciones detectadas. En muchos casos los incumplimientos hallados en las autoliquidaciones de los contribuyentes son fruto de errores o de discrepancias, pero no hay un afán defraudador detrás. Pero, en otros casos sí. Y es ahí donde la Xunta puede abrir procedimiento sancionador.

El pasado año la Axencia Tributaria de Galicia abrió 3.204 procedimientos sancionadores, un 5,4 por ciento más que en el ejercicio anterior. Y estas actuaciones se saldaron con multas que sumaron 8,2 millones de euros, una cantidad un 28 por ciento superior a la de 2022 cuando las sanciones fueron de 6,4 millones de euros.

Como resultado de los controles extensivos, que son aquellas comprobaciones ordinarias de las autoliquidaciones presentadas por los contribuyentes, la Consellería de Facenda impuso 2.747 sanciones, un 12,4 por ciento más que en 2022. La cuantía, sin embargo, se mantuvo igual que en el año anterior: 1,2 millones de euros. De esta cuantía 0,3 millones se corresponde con fraudes detectados en herencias, otros 0,8 millones fueron en el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados y hubo 500.000 euros más en multas en el resto de tributos. En todo caso, las sanciones son más abultadas en el caso de los controles intensivos donde se detectan infracciones de mayor gravedad. En 2023 se abrieron 457 procedimientos sancionadores y se impusieron multas por casi 7 millones de euros —1,8 millones más que en 2022—, según la memoria anual de la Axencia Tributaria de Galicia. Para investigar estos casos de fraude fiscal la Atriga tramitó un total de 17 diligencias de colaboración con otras administraciones.

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