Los radares móviles vigilan dos de cada diez km de las carreteras secundarias en Galicia

La Guardia Civil tiene identificados 131 tramos de riesgo en la comunidad que suman más de 2.700 kilómetros uLa extensión bajo control por velocidad repunta un 30% en diez años

Integrantes de ASPAYM Galicia, ayer en A Coruña en el arranque de la campaña de velocidad. |   // L. O.

Integrantes de ASPAYM Galicia, ayer en A Coruña en el arranque de la campaña de velocidad. | // L. O.

Por tierra y aire se vigilan a diario las carreteras de todo el país. En los operativos especiales de vigilancia del verano, Tráfico despliega todos los medios disponibles, tanto materiales como humanos, para evitar que las prisas por llegar al destino tengan un desenlace fatal. Junto con el alcohol y las drogas, la velocidad es una de las lacras de la siniestralidad viaria: está detrás de más del 30% de las colisiones y salidas de vía mortales ocurridas en las carreteras gallegas.

Con el helicóptero Pegasus provisto de radar, drones, patrullas, motos y furgonetas camufladas se reforzará en los meses de julio y agosto la vigilancia por la extensa red de carreteras de la comunidad. En especial las carreteras secundarias, las más peligrosas: más del 90% de los siniestros mortales ocurridos en Galicia se producen en esas vías. Para disuadir a los conductores que pisan más de la cuenta el acelerador, la DGT ha diseñado campaña de control para esta semana, desde ayer lunes hasta el domingo. Junto con los medios extraordinarios que desplegará Tráfico durante la época estival a pie de carretera, con 10,8 millones de desplazamientos por la red viaria gallega, estarán las patrullas de la Guardia Civil con un plan de actuación en un total de 131 tramos con radares móviles —32 en la provincia de A Coruña, 39 en la de Lugo, 30 en la de Ourense y los 30 restantes en la de Pontevedra—, a los que se suman las 67 cabinas provistas de cinemómetros fijos —21 en la provincia de A Coruña, 13 en la de Lugo, 14 en la de Ourense y 19 en la de Pontevedra — y otros 14 de tramo, según la última hoja de ruta diseñada por el departamento que dirige Pere Navarro y colgada en la web dgt.es.

En total son 207 los dispositivos de control de velocidad desplegados en las carreteras gallegas, con una radio de acción de esos controles dinámicos por parte de las patrullas de la Guardia Civil de Tráfico que superan los 2.700 kilómetros de la red convencional. Estos tramos de mayor riesgo bajo la lupa de los radares móviles en Galicia representan ya el 18% de los 15.000 kilómetros de carreteras secundarias y son ya un 30% más que los vigilados hace una década. Entonces eran poco más de 2.100. Es decir, ya casi dos de cada diez kilómetros de la red convencional gallega está bajo la lupa de los radares móviles.

La comunidad gallega se mantiene en el top de los territorios con más radares del mapa nacional. Los más de 200 cinemómetros con los que cuenta en la actualidad, entre móviles, fijos y de tramo, —57 en las carreteras de A Coruña, 55 en la de Lugo, 45 en la de Ourense y 50 en la de Pontevedra— representan el 10% de todo el mapa nacional, que suma 2.088. En cuanto a la extensión bajo la lupa de las patrullas de la Guardia Civil, en España los tramos de riesgo suman casi 26.000 kilómetros, de los que el 10,5% corresponden a vías gallegas (2.737 kms).

De las cuatro provincias gallegas, Lugo está a la cabeza de kilómetros de su red viaria identificados como de especial peligrosidad por la velocidad, con 757,65 kms vigilados con radares móviles. Le sigue en el ranking A Coruña, con 716 kilómetros en los las patrullas montan sus operativos de vigilancia. En Ourense, son 653 kilómetros y en Pontevedra, 610, según el análisis de los puntos y tramos de control de velocidad colgados en la web de la DGT.

Del conjunto del país, Galicia es la sexta comunidad como más puntos peligrosos por velocidad y, en consecuencia, con más radares entre móviles, fijos y de tramo (207). A la cabeza se coloca Cataluña, con 742 dispositivos, seguida de Andalucía (407), Castilla y León (390), Castilla La-Mancha (235) y País Vasco (233). En el otro extremo están Navarra (37), La Rioja (41) y Cantabria (42).

En el mapa nacional por provincias —sin contar Cataluña y País Vasco, que tienen las competencias en materia de tráfico transferidas—, la comunidad de Madrid lidera los tramos controlados por radares móviles (76). Destacan también Sevilla (64), Valencia y Alicante (61 en ambos casos) y Cádiz (60). Le siguen en la lista con 57 cinemómetros en ambas provincias A Coruña y Zaragoza. En Lugo son 55 los dispositivos de control móviles, en Pontevedra 50 y 45 en Ourense.

Los tramos bajo control de los radares móviles tienen una extensión muy variada. Así hay trayectos bajo vigilancia de las patrullas en la comunidad gallega que superan los 70 kilómetros a otros que no llegan ni a medio kilómetro.

En los próximos meses, Galicia sumará nueve radares más, aunque aún está por fijar su ubicación exacta: tres se instalarán en la provincia de A Coruña (uno de tramo y dos fijos), uno fijo en Lugo uno fijo, uno fijo y otro de tramo en Ourense y en dos de tramo y uno fijo.

Respetar los límites de velocidad evitaría la cuarta parte de los muertos en la red viaria

A partir de 80 kilómetros por hora es prácticamente imposible que un peatón se salve en un atropello mientras que a 30 el riesgo de muerte en un atropello se reduce al 5%. En el arranque de la campaña de vigilancia de velocidad, que se prolongará hasta el domingo, la DGT apeló a todos los conductores para que respeten los límites de velocidad, contribuyendo así a salvar vidas y reducir la siniestralidad en las carreteras.

Según advierten desde Tráfico, circular a la velocidad establecida para cada vía y tramo podría evitar hasta una cuarta parte de los fallecidos en siniestros viarios. Después del alcohol y/o las drogas y las distracciones, la velocidad inadecuada es el tercer factor concurrente más habitual en los accidentes en carretera: en 2023 estuvo presente en 211 siniestros mortales registrados en España, según datos de la DGT.

En A Coruña, voluntarios de ASPAYM Galicia participaron ayer en la campaña nacional de tráfico No corras, no bebas, no cambies de ruedas, que se coordina desde la Federación Nacional con la colaboración de DGT. Los resultados del Proyecto Europeo Baseline revelan que el nivel de cumplimiento del límite de velocidad establecido en España varía en función del tipo de vía. En autovía, el 63% de los turismos circulan a la velocidad permitida, en las autopistas este porcentaje baja al 51%. En las carreteras convencionales, las que mayores riesgos presentan, el cumplimiento del límite de velocidad establecido es del 43%. En vías urbanas con límite de 50km/h, el nivel de cumplimiento es de un 65%, el tercer valor más alto de los 13 países con los que compartimos límite.

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