El puente Bergondo-Nueva York

Nietos y bisnietos de bergondeses que emigraron y costearon la construcción de A Senra felicitan desde la ciudad norteamericana a la entidad por su centenario

Descendientes de los bergondeses que sufragaron A Senra, en imagen de videoconferencia desde Nueva York

Descendientes de los bergondeses que sufragaron A Senra, en imagen de videoconferencia desde Nueva York / L.O.

M.Villar

El Concello de Bergondo realizó este fin de semana una jornada completa de emoción. Fue la inauguración oficial del área deportiva y de ocio (pista de atletismo, pista deportiva, área de calistenia, auditorio, parque infantil, zona de picnic) pero también la celebración del centenario de la Asociación Centro de Instrucción y Recreo de Bergondo y sus Contornos, que se fundó en 1924 y que impulsó la construcción del edificio de A Senra. Para festejarlo se organizó una conexión por streaming con los descendientes de los bergondeses que emigraron en su día a Nueva York y que costearon la ejecución de este edificio, que se reunieron en la sede del Centro Español de Queens.

“Cuando éramos niños a ese edificio, que estaba en ruinas, le llamábamos El Castillo. Para nosotros era un espacio prohibido al que solo entraban los más atrevidos a escondidas de los profesores. Ese edificio era un puente hacia un mundo imaginario creado por unos vecinos que estaban en el extranjero pero que nadie conocía. Más de cuarenta años después, ese puente se materializa gracias a la magia de la tecnología. [...] Como educadora, mi esperanza es que a las futuras generaciones se les enseñe la historia de A Senra no como la representación de una ausencia sino como el símbolo de la cooperación entre los bergondeses a ambos lados del Atlántico”. Ésta fue la intervención de María Tajes, de San Fiz, que en unos días viajará a Bergondo desde Nueva York.

En 1924 un grupo de emigrantes bergondeses residentes en Nueva York crearon la asociación y compraron una finca de 9.135 metros cuadrados, a Senra, con aportaciones de sus socios y muchos vecinos, para levantar A Senra, una escuela que se inauguró el 12 de julio de 1936 pero que nunca funcionó como tal, al producirse seis días después el golpe de Estado. Después fue ocupada por tropas franquistas e incautada. Bergondo la recuperó en el año 2000 y en 2007 se reformó todo el edificio.

Algunos descendientes, como Marc Pérez, nieto de Benito Santos, subrayó que estaba “en deuda con su abuelo” por su ejemplo de “perseverancia y lealtad” . Anunció que este verano, junto a sus hijos, visitarán Bergondo por primera vez. Intervino también Gregory Álvarez, nieto de otro bergondés mecenas; y Manuel Campos, que destacó las tres familias que promovieron la creación de la asociación en Nueva York: Antonio Casal, Alonso Cubeiro e Isidro Carregal. “El sueño de esos emigrantes es hoy una realidad”, afirmó. En esa conexión estaban nietos, bisnietos y hasta una tataranieta (de Cubeiro).

Octavio de la Suarée, que estuvo en Bergondo en la inauguración de 2007, destacó la lucha de “más de treinta años” para recuperar A Senra para el pueblo.

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