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Más bipartidismo, menos pactos

Un artículo en este diario ilustraba la recuperación del bipartidismo. En las elecciones europeas de 2014, el PP (26% del voto) y el PSOE (23%) tuvieron juntos el 49%. Por primera vez y en plena crisis económica (paro del 23,7% que luego aún subiría), el bipartidismo no llegó al 50% del voto.

En cambio, en las europeas de 2024, el PP ha sacado un 34% (ocho puntos más) y el PSOE un 30% (siete puntos más). Así, los dos grandes han captado el 64% de todos los votos. Quince puntos más que hace diez años. La razón principal es que hemos superado la crisis de 2008, la de la pandemia y la de la guerra de Ucrania y el paro ha bajado al 12,3%, once puntos por debajo del 2014. España está mejor.

Sin embargo, las relaciones entre el PP y el PSOE no solo no mejoran, sino que han empeorado mucho. En 2014, en plena crisis, cuando Aznar y Zapatero ya habían pasado y las relaciones entre los dos partidos distaban de ser óptimas, el presidente Rajoy y el líder del PSOE, Pérez Rubalcaba, supieron pactar la abdicación de Juan Carlos I y la subida al trono de Felipe VI. Y en 2017, Rajoy y Pedro Sánchez, nuevo líder de la oposición, votaron juntos el 155 contra la declaración unilateral de independencia de Catalunya.

¿Por qué en momentos peores los dos grandes partidos alcanzaban pactos relevantes y ahora, con la economía y el empleo subiendo, llevan cinco años sin cumplir la obligación constitucional de renovar el Consejo del Poder Judicial?

La culpa no es de la ley de amnistía, que es muy reciente y además la famosa “cuestión catalana” ya dividió con fuerza —Estatut catalán del 2006— a los dos partidos. ¿Son los líderes actuales peores que los de hace años? Rajoy ya no está y ha sido relevado por Pablo Casado y luego por Núñez Feijóo, pero Sánchez ya estaba en 2017 cuando pactó el 155 con Rajoy. ¿La animosidad de la derecha contra Sánchez es mayor que contra Felipe, cuando Aznar repetía aquello de “váyase señor González”? ¿Es porque Sánchez llegó a La Moncloa no tras unas elecciones sino después de una moción de censura? ¿Porque la política se ha vuelto más bronca —Donald Trump en Estados Unidos, Brexit en Gran Bretaña— en muchos países?

Quizás de todo un poco. Y es cierto que Sánchez ahora repite, y repite, un mensaje sectario cuando predica erigir “un muro” ante la unión de la derecha y la extrema derecha que —dice— son lo mismo. Pero Sánchez ha liquidado a Podemos —que estuvo a punto de dar el sorpasso al PSOE en 2016— y la extrema izquierda tiende a bajar en toda Europa. Por el contrario, el PP ha sufrido dos invasiones en su terreno electoral. C´s ya no está, pero Vox sigue y la extrema derecha tiene viento de popa.

Además, la relación Vox-PP es distinta a la de Podemos-PSOE, porque Vox nace desde dentro del PP y en un primer momento (contra Rajoy) Abascal fue jaleado por Aznar. Y en el PP pesa mucho la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que ejecutó a Casado y que a veces lanza mensajes sobre la fruta. Propios de un Vox bien vestido.

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