Opinión | EDITORIAL

A Coruña, un polo de atracción de talento

Vista aérea tomada en 2016 del polígono de Agrela-Bens, en primer término, con la ciudad al fondo.

Vista aérea tomada en 2016 del polígono de Agrela-Bens, en primer término, con la ciudad al fondo.

La movilidad laboral es una realidad que ha llegado a nuestra sociedad para quedarse. El apego que las generaciones pasadas tenían por su lugar de nacimiento ha desaparecido prácticamente y cada día es más normal que los jóvenes busquen su futuro en aquellos lugares que les ofrezcan mejores condiciones de trabajo y vida, por muy lejos que estén de su barrio, su ciudad o su comunidad autónoma de origen.

Ante esta situación, A Coruña surge en el panorama nacional como un importante foco de atracción de talento. La ciudad recibe muchos más empleados de los que se marchan. De hecho, la provincia está entre las diez españolas que tienen un mayor saldo a favor de personas que vienen a trabajar procedentes de otros lugares del país frente a las que se van a otros puntos a buscar su futuro.

Este fenómeno, que el año pasado provocó que se recibieran cerca de 10.000 empleados más de los que se fueron, además, no es nuevo. El saldo a favor de A Coruña no ha parado de crecer en los últimos siete años, asentándose como una tendencia firme y situando a la provincia por delante de otros territorios más poblados y que, a priori, podrían parecer más atractivos como Valencia, Alicante o Cádiz.

La primera razón por la que A Coruña atrae talento radica, evidentemente, en la fortaleza de su tejido económico. Con Inditex a la cabeza, pero con empresas tan importantes como Hijos de Rivera, Altia, Gadisa, Finsa, Resonac, Aluman, Megasa, Jealsa, Plexus... La lista es interminable y todas ellas destacan por haber optado por la innovación tecnológica como motor para su desarrollo. A la sombra de estos gigantes han ido surgiendo también una nómina innumerable de startups que desde A Coruña desarrollan su actividad.

Uno de los datos más llamativos del informe sobre la movilidad geográfica de la contratación que realiza el SEPE es el de que el año pasado llegaron para trabajar como directores o gerentes 131 profesionales más de los que se marcharon con un contrato similar debajo del brazo. Aunque la cifra parezca pequeña, es una de las mayores de la serie histórica. En 2022, el saldo fue negativo (-73). Por otra parte, en la categoría de técnicos y profesionales científicos e intelectuales —que agrupa a las ocupaciones que requieren formación universitaria— la llegada de talento alcanzó una diferencia positiva de 3.169 personas. Es la más abultada de los nueve grupos ocupacionales en que se divide el informe.

A estas alturas ya nadie duda que la ciudad herculina se ha posicionado como un hub tecnológico y empresarial de primer nivel, apoyada por proyectos como la Ciudad de las TIC, las incubadoras de empresas y los programas de aceleración... Incluso la elección de A Coruña como sede de la Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial (Aesia) demuestra que esta realidad se está haciendo visible en el resto del Estado, lo que está ayudando a que la concentración de talento se acelere año tras año. Evidentemente, este tipo de captación de profesionales tiene aspectos negativos que es preciso tener en cuenta. Sin embargo, ni A Coruña ni Galicia se pueden permitir el lujo de renunciar a este tipo de trabajadores que hacen que la economía de nuestro territorio crezca a un ritmo superior al estatal, propiciando la confluencia de la comunidad con las zonas más desarrolladas del Estado.

Suscríbete para seguir leyendo