Opinión | Un minuto

Audi escapa de los rusos

Enfrascado en felicitar a los abundantes Pedros que conozco, que contrasta con los escasos Pablos cuyas onomásticas coinciden el 29 de junio, festividad de san Pedro y san Pablo, de pronto, y sin buscarlo, me salta en el ordenador el apunte de que en este día se cumplen los 80 años de la fusión de cuatro marcas de coches alemanes [Audi, DKW, Horch y Wanderer, que es otra historia ya explicada sobre el origen de la palabra audi (oye), imperativo del verbo latino audio], que constituyen la compañía Auto Unión AG y adoptando el anagrama de los cuatro aros entrelazados, que sigue siendo el emblema de los automóviles Audi.

Continuaba luego en Wikipedia la historia de esa compañía, pero no logré aclarar si en 1944, que es cuando tuvo lugar la citada fusión, el complejo seguía en la ciudad de Zwickau, en la Sajonia ocupada por los soviéticos al final de la Segunda Guerra Mundial, que expropiaron y desmantelaron las fábricas, o parte de los directivos y técnicos ya se habían traslado, huyendo de los rusos, a la Baviera liberada por los americanos, traslación que me parece más posible, pues es en la ciudad de Ingolstadt, en la Alta Baviera, donde Audi toma aires y se confirma como una de las marcas punteras en la industria automovilística alemana.