La infusión de jengibre y limón vuelve a estar de moda: te ayudará a combatir el hinchazón este verano

El jengibre es una planta medicinal con potentes propiedades antisépticas, antioxidantes, expectorantes, antiinflamatorias y antimicrobianas. Tiene alto contenido en hierro, vitamina C y polifenoles. El jingerol estimula la transpiración y la circulación sanguínea, dando energía al cuerpo y promoviendo la desintoxicación del mismo. Además te ayudará a tener una buena digestión.

La infusión de jengibre es una bebida que ha cobrado popularidad por sus múltiples beneficios para la salud. Se le atribuyen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, gracias a los compuestos fenólicos que contiene. Además, es conocida por ayudar en la digestión, reducir las náuseas y contribuir a aliviar la hinchazón.

Cómo preparar la infusión de jengibre contra la hinchazón

Para prepararla, se necesita jengibre fresco y a continuación:

1. Pelar y cortar en trozos.
2. Hervir en agua durante unos minutos.
3. Algunas personas añaden limón o lima para potenciar su sabor y aumentar su efecto drenante, que ayuda a evitar la retención de líquidos.

Esta infusión puede ser consumida tanto caliente como fría, y es especialmente reconfortante en días fríos o para aliviar dolores de garganta. Además, se ha sugerido que puede tener efectos positivos en la pérdida de peso, ya que podría acelerar la termogénesis y ayudar a controlar el apetito.

Sin embargo, es importante tener en cuenta las posibles contraindicaciones y consultar con un profesional de la salud antes de incorporarla de manera regular en la dieta, especialmente en casos de embarazo o lactancia.

Tres enfermedades que se combaten comiendo jengibre

La infusión de jengibre no solo es valorada por sus propiedades medicinales, sino también por su sabor único y picante, que la convierte en una bebida estimulante y agradable al paladar.

Otros trucos para evitar la hinchazón

Además de tomar infusiones para prevenir los gases o el vientre hinchado a diario, recuerda introducir en tu día a día los siguientes hábitos:

• Come despacio y mastica bien los alimentos.
• Procura beber el agua recomendada fuera de las comidas.
• Reduce la sal que retiene líquidos.
• Evitar los refrescos con gas, bebidas azucaradas y alcohólicas.
• Caminar o practicar deporte.