Expertos tranquilizan a los usuarios en torno a los niveles de radiación del iPhone 12

Apoyan la paralización de su venta decretada por Francia por superar los límites establecidos, pero recalcan que no tienen ningún efecto en la salud

Un iPhone 12 mini.  | // M.G.

Un iPhone 12 mini. | // M.G. / Rafa López

Rafa López

Francia ha paralizado la venta del iPhone 12, un teléfono inteligente lanzado por Apple en octubre de 2020, tras averiguar que supera el límite europeo de radiación. Sin embargo, expertos internacionales consultados por el Science Media Center (SMC) tranquilizan a los usuarios, al asegurar que los márgenes de seguridad de estos límites son muy amplios y que los usuarios del iPhone 12 y iPhone 12 mini no sufrirán ningún efecto en su salud.

El pasado martes, la Agencie Nationale Des Fréquences señaló que este modelo superaba la SAR (siglas en inglés de tasa de absorción específica) para extremidades en 1,7 vatios por kilogramo (W/kg). El límite europeo en ese caso es de 4 W/kg, y este iPhone emite 5,7 W/kg.

El físico Alberto Nájera, uno de los mayores expertos y divulgadores españoles en este campo, apoya la retirada de los teléfonos decretada en Francia, pero precisa que los usuarios deben tener “tranquilidad”, ya que la Unión Europea establece los límites con un amplio margen de seguridad. “Además, a esos niveles tan bajos no existe evidencia científica de que haya efectos sobre la salud humana”, añade el director científico del Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud dependiente del Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación.

Su opinión coincide con la de expertos de Australia y Reino Unido consultados por SMC. “5,7 W/kg solo causaría un aumento de temperatura en las extremidades de menos de 1 °C, y solo en una región muy localizada; esto es mucho menos que la variación normal de temperatura durante el día”, explica Rodney Croft, catedrático de la Universidad de Wollongong (Australia) y presidente de la Comisión Internacional de Protección contra las Radiaciones No Ionizantes.

Malcolm Sperrin, miembro del Instituto de Física e Ingeniería Médicas de Reino Unido, recuerda que “el límite SAR se establece a un nivel que lo sitúa muy por debajo del nivel en el que se producirán daños”, y que “no se han obtenido resultados concluyentes que sugieran que el uso de teléfonos móviles sea perjudicial para la salud, aparte de los derivados del calentamiento eléctrico y, posiblemente, de los efectos derivados de largos periodos de uso que alteran los patrones de sueño”.