El efecto del cambio climático en el viento merma en Galicia la producción de mejilla

Un estudio del CSIC constata la pérdida “progresiva” de cría de mejillón, más importante en las bateas interiores

En la ría de Arousa, la principal, cayó un tercio en solo 10 años

Un barco bateeiro 
navega entre 
varias bateas de 
Arousa. |  // IÑAKI ABELLA

Un barco bateeiro navega entre varias bateas de Arousa. | // IÑAKI ABELLA

jorge garnelo

La mejilla, como se conoce a la cría de mejillón, es vital para su cultivo. La extracción de esta semilla está permitida desde diciembre a abril, los bateeiros pueden recolectar hasta 3.500 kilos por batea mediante el raspado manual de las rocas, donde normalmente se halla, y una vez los obtienen proceden a sembrar una a una cada cuerda. Teniendo en cuenta que hay 3.387 bateas en Galicia y que el 68% de ellas se encuentran en la ría de Arousa, la mayor de las Rías Baixas, los bateeiros arousanos son un buen termómetro para medir el estado no solo de la producción de mejillón, sino también de la mejilla. Un estudio que se acaba de publicar en la revista Frontiers in Marine Science realizado por personal del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) confirma la pérdida “progresiva” de semilla en esta zona, un tercio menos en 10 años, y achaca su merma al efecto del cambio climático en el viento.

Posible gracias a la colaboración de la Organización de Productores de Mexillón de Galicia (Opmega), la investigación pone el foco en los afloramientos; un fenómeno que engloba el ascenso de agua oceánica profunda, más fría y rica en sales nutrientes, a la superficie marina. También conocido como surgencia, está causado por las corrientes de aire y la rotación de la Tierra, que entremezclan ambas masas acuáticas en un movimiento decisivo para la fertilización de aquellas áreas donde ocurre.

Pero su intensificación, estrechamente ligada al cambio climático, puede suponer un problema para la producción de mejilla, como así lo concluye el estudio The declining availability of wild mussel seed for aquaculture in a coastal upwelling system. “Nuestros resultados sugieren un papel importante de la intensidad del afloramiento en la advección marina de larvas y su distribución a lo largo de la costa”, señala el trabajo, que expone que la cría de mejillón recogida en la ría de Arousa se ha reducido desde las 9.575 toneladas de 2012 hasta las 6.300 toneladas de 2021.

“La disponibilidad decreciente de semilla de mejillón estuvo relacionada con el viento y la concentración de clorofila durante el estado larvario de los reclutas recolectados entre diciembre y abril”, explica la investigación. La suma de episodios de viento norte más fuertes favorecieron la dispersión de los diminutos ejemplares de mejillón mar adentro y el descenso de su cantidad se sintió más en las bateas interiores que en las exteriores, que emplean un 9% más de semilla.

Mejillón más pequeño

Conforme afirma Xosé Antonio Padín, investigador del CSIC y coordinador del equipo encargado del estudio, la intensificación de los afloramientos que han provocado la pérdida de mejilla está vinculada al cambio climático. “La razón es que se está produciendo un calentamiento global”, remarca, aunque evidencia que no es la única. El paso a una nueva estrategia de producción por parte del sector mejillonero también ha influido en la población de mejilla. Se ha evolucionado hacia un modelo en el que se ha incrementado la producción un 75%, apostando por reducir el ciclo de cultivo tradicional de 18 meses a menos de 12 y, por tanto, incrementando la necesidad de cría.

“Su disponibilidad dependerá del contexto ambiental (las surgencias) y del potencial reproductivo del mejillón que hay en las bateas”, indica el especialista. El cambio de sistema productivo se entiende en clave de mercado, ante la mayor demanda por parte de distintos países europeos que prefieren una talla más reducida y para reducir los riesgos de pérdidas de producción, pero el hecho de que se cultive mejillón pequeño tiene por contra que limita su potencial reproductivo.

La investigación del CSIC también incide en cómo los afloramientos surgen como una fuerza significativa y de control “opuesto entre la disponibilidad de semilla y la producción de mejillón”. Si bien los eventos intensos disparan la probabilidad de pérdida de cría debido al transporte mar adentro de los estadios larvarios, este mismo fenómeno se relaciona directamente con el crecimiento del mejillón.

“La capacidad de las surgencias costeras para actuar como contrapeso entre el éxito del reclutamiento larvario y las condiciones fisiológicas de los mejillones adultos puede estar relacionada con su intensidad y estacionalidad, lo que también puede determinar el impacto neto sobre los procesos de producción primaria y transporte”, pone de manifiesto el trabajo realizado por los científicos españoles.

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